México cuarto lugar mundial en asistencia al cine
En impulso a la producción fílmica nacional que aporta el 8.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en medios audiovisuales y de la cual dependen 2 millones 620 mil puestos de trabajo, legisladores de diferentes partidos impulsarán reformas al artículo 19 de la Ley Federal de Cinematografía para ampliar de una a tres semanas el tiempo mínimo de exhibición.
La iniciativa de reforma que se analiza en comisiones de la Cámara de Senadores, también prevé aumentar de 10 a 20 por ciento la cuota de pantalla, es decir, los exhibidores tendrán que reservar ese porcentaje para las películas nacionales. Actualmente 90 por ciento de lo que distribuyen y exhiben corresponde a los denominados «majors» que son producciones de los estudios de Hollywood.
Los legisladores Armando Ríos Piter, Dolores Padierna e Iris Vianey, indicaron que aunque México ocupa el cuarto lugar mundial en asistencia al cine, con 321 millones de asistencias en 2016, sólo 30.5 millones (9.5 por ciento) vieron producciones mexicanas debido fundamentalmente a que se mantienen en cartelera solo una semana, para dar paso a los filmes estadunidenses vinculados a las grandes empresas multipantallas.
Asentaron que es injusto que las películas mexicanas se mantengan en pantalla solo una semana, cuando cualquier estreno hollywoodense sin importar su calidad, se exhibe hasta cuatro semanas continuas en las mejores salas y precedido por una intensa campaña publicitaria lo que finalmente les genera adecuada rentabilidad.
Ríos Piter dijo que aunque el gobierno federal ha implementado estímulos fiscales para promover la producción fílmica nacional (artículo 189 de la Ley del ISR), de nada sirve si se limita su exhibición y sólo se les otorga un 10 por ciento en cuota de pantalla dejando a libre arbitrio a los majors para ocupar el mercado incurriendo en verdaderas prácticas monopólicas.
Dolores Padierna subrayó que esas modificaciones a la ley permitirán un trato justo a los productores nacionales que además de enfrentar una política excesivamente agresiva de los majors, sortean intrincado acceso al crédito preferencial, limitadas expectativas de márgenes de utilidad y dificultad para constituirse empresarialmente, a diferencia de los productores de EU donde reciben fuertes apoyos financieros e interlocución del gobierno para la penetración de sus filmes en otros mercados.
En la iniciativa también se establece que las producciones mexicanas deberán ser exhibidas dentro de los primeros seis meses a la fecha en que sean inscritas en el Registro Público pues muchas tienen que esperar hasta tres años para ser programadas con el argumento de que no se tienen espacios de exhibición.
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