Obligadas a integrarse a la transformación tecnológica.
Para el ciclo escolar 2020-2021 existe una gran incertidumbre pues aún muchas escuelas y universidades no tienen claro si podrán recurrir en algún momento a las clases presenciales, si solo optarán por las clases en línea o a través de un plan híbrido, lo cierto es que un porcentaje muy amplio de instituciones educativas, alumnos y telesecundarias presentan serias deficiencias en materia de conectividad.
Una reciente investigación de educaciónfutura.org mostró que 66.4 por ciento de los alumnos de educación media superior y superior tienen una deficiente conectividad a internet; en lo que se refiere al subsistema de telesecundaria, más experimentado en el uso de la TV educativa, también enfrenta problemas de acceso a internet.
Entre 116 universidades e instituciones de educación superior públicas y privadas del país, 58 por ciento de ellas reportan carencias en materia de conectividad y al menos 55 por ciento de sus alumnos y maestros en una encuesta admitieron falta de capacidades en el uso y manejo de plataformas tecnológicas digitales.
“Para el ciclo escolar que está por iniciar, si bien la incertidumbre aún permanece, hay algo que está claro: en cualquiera de los escenarios, sea que se regrese a las aulas, se opte por un esquema híbrido o haya que continuar con la educación 100 por ciento online, una óptima conectividad será crucial en esta ‘nueva normalidad’ del regreso a clases”, precisó Everth Hernández, director General de Aruba México.
En opinión del especialista, la crisis sanitaria que ha afectado y obligado a consumidores, sectores industriales, del comercio e incluso a diferentes esferas de gobierno a realizar ajustes en sus agendas y adaptarse a la situación, el sector educativo deberá también subirse “de una vez por todas la ola de la transformación digital” y construir una robusta infraestructura alámbrica e inalámbrica (WLAN) inteligente para el aprendizaje ininterrumpido.
Deberá también estar listo para tener una estrategia de BYOD para estudiantes, catedráticos, administrativos e invitados; invertir en seguridad, y optar por una gestión de redes integrada para simplificar la tarea, cinco de los pasos iniciales y prioritarios en las escuelas para garantizar que están en las mejores condiciones para hacer frente a la situación actual.
Es posible que se extienda el confinamiento, lo que exigirá tener habilitados Access Point remotos (RAP) para llevar la red y políticas de seguridad hasta la ubicación de cada empleado, mientras los agentes de intranet virtual (VIA) permitan que los equipos portátiles y demás dispositivos móviles se conecten a las redes de forma remota, segura, transparentemente para los usuarios.
Aprovechar el poder de la nube ha resultado ser valiosa tanto para los usuarios como para las áreas de TI, pues brinda visibilidad para poder administrar sitios en forma remota; sin duda las instituciones educativas necesitarán conectividad Wi-Fi y cableada segura, de grado empresarial y confiable como nunca antes.
Al retomarse las clases en forma presencial será necesario el uso creciente de más dispositivos móviles, por lo que expandir el uso de Wi-Fi más allá del salón de clases y los laboratorios (a jardines, áreas comunes, estacionamientos, entre otros) es importante, así como la gestión centralizada de VPNs y todo tipo de redes (cableadas, inalámbricas y extendidas).
Imprescindible será garantizar el acceso protegido a datos confidenciales que los administradores y catedráticos requerirán para consultar y actualizar datos de los estudiantes, como para efecto de realizar pagos u otros trámite, con la misma seguridad y facilidad que lo hicieran en el mismo campus o institución educativa.
Tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) será un gran aliado en las escuelas para facilitar el uso de cámaras infrarrojas que detectan fiebre y sensores de proximidad y ubicación que alertan el espacio entre individuos.
La infraestructura de red es clave para entregar al personal adecuado los datos que generen estos dispositivos, al igual que el que puedan proporcionar wearables, mapas de calor corporal, aplicaciones de rastreo de contactos.
Estos son sólo algunos de los ejemplos tecnológicos a los que deberán recurrir las instituciones del sistema educativo, al margen del modelo que decidan operar, ya sea bajo modalidades híbridas, online o mixtos, en adelante la amplia incertidumbre que ha generado el confinamiento sanitario y su duración exige garantizar la operación de las escuelas bajo diferentes esquemas.
C$T-EVP