Denunciar actos delictivos, una práctica necesaria.
Mantener una sana convivencia es clave en cualquier sociedad, y al igual que en el mundo análogo dentro del ecosistema digital las personas deben seguir ciertas reglas de comportamiento, conocer los riesgos y hacer un uso seguro, responsable y eficiente de la tecnología, para construir una buena ciudadanía digital.
Los valores que se han aprendido en la vida diaria hay que trasladarlos al mundo digital. “Al final de cuentas somos la misma sociedad en este espacio ahora cibernético, pero que de igual manera nos exige reglas, normas y etiquetas para llevar una buena convivencia”, explicó María José Silias Martínez, coordinadora general del programa “Jornadas entre Jóvenes” en la fundación Nemi.
En México, alrededor del 60 por ciento de las niñas y niños que tienen entre seis y 11 años de edad son usuarios de Internet; el mundo se encuentra en una era en la que se inicia la vida digital a edades cada vez más tempranas, lo que implica un reto en la formación de buenos ciudadanos digitales.
En la charla virtual “Ciudadanía Digital, hagamos de la red un lugar seguro para todas las personas”, organizada por AT&T, Silias Martínez habló de la responsabilidad que implica usar la tecnología, en especial cuando se trata de menores de edad.
Aunque hay millones de personas que no son nativas digitales, reconoció que no se debe pasar por alto que existe un lado oscuro en Internet, y que al igual que sucede en la vida cotidiana hay que tomar precauciones y conocer las reglas que forman parte de lo que llaman la ciudadanía digital.
Por ejemplo, expuso, cuando se comete un acto delictivo la gente tiene que denunciar. “Lo mismo debe pasar en redes sociales y en el ciberespacio. Si pasa algo que atenta contra nuestra dignidad, la de nuestros hijos o la de nuestros compañeros alcemos la voz. Lo principal es eso y no dejar que esta situación siga creciendo, o que los memes que están haciendo daño a alguien se sigan viralizando”.
En este caso, agregó, la denuncia se tendría que hacer en tres aristas: reportando el comentario, imagen o contenido; denunciarlo en la escuela, si se tiene identificado el tema o la situación de ciberacoso, para encontrar diálogo en la comunidad educativa; y la tercera sería denunciar a la policía cibernética.
Pero además, destacó que la prevención es importante para formar a los más pequeños como buenos ciudadanos digitales, y que sepan que hay personas que podrían hacer mal uso de la tecnología, que deben cuidar sus datos sensibles y que existen las etiquetas, que son reglas que regulan el comportamiento de los usuarios en el ciberespacio.
La ciudadanía digital, consideró, sí podría ayudar a reducir la brecha digital, pues esta va por dos vías, la de la conectividad y la de la integración de las personas en el mundo digital.
“Si en la sociedad es importante sentirnos identificados, en el mundo digital también. Entonces, es clara la necesidad de utilizar etiquetas, saber promover espacios de comunicación, de diálogo, para que todos se sientan parte, es crucial para poder reducir esta brecha digital. Y aquí entra un elemento muy importante, los e-derechos”, concluyó.
Los E-derechos de los niños y niñas de Unicef
La Unicef tiene un decálogo de e-derechos para las niñas y niños: Derecho al acceso a la información y la tecnología, derecho al esparcimiento, al ocio, a la diversión y al juego, también mediante Internet y otras nuevas tecnologías; este se refiere a que los juegos y las propuestas de ocio en Internet no contengan violencia gratuita, ni mensajes racistas, sexistas o denigrantes
Asimismo, derecho a la intimidad de las comunicaciones por medios electrónicos; que implica no proporcionar datos personales por la Red, a preservar su identidad y su imagen de posibles usos ilícitos; uno más es el derecho al desarrollo personal y a la educación, y a todas las oportunidades que las nuevas tecnologías como Internet puedan aportar para mejorar su formación.
Otro derecho más es el de beneficiarse y utilizar las nuevas tecnologías para avanzar hacia un mundo más saludable, pacífico, solidario, justo y más respetuoso con el medio ambiente.
El derecho a la libre expresión y asociación, que en el ciberespacio se traduce en buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo por medio de la red; el derecho a ser consultados y a dar su opinión cuando se apliquen leyes o normas a Internet que les
afecten.
También los infantes tienen derecho a la protección contra la explotación, el comercio ilegal, los abusos y la violencia de todo tipo que se produzcan utilizando Internet.
En tanto que las madres y los padres tendrán el derecho y la responsabilidad de orientar, educar y acordar con sus hijos e hijas un uso responsable de Internet: establecer tiempos de utilización, páginas que no se deben visitar o información que no deben
proporcionar para protegerlos de mensajes y situaciones peligrosas.
Para los gobiernos de los países desarrollados el decálogo establece que deben comprometerse a cooperar con otros países para facilitar el acceso de
éstos y sus ciudadanos, y en especial de los niños y niñas, a Internet y otras tecnologías de la información para promover su desarrollo y evitar la creación de una nueva barrera entre los países ricos y los pobres.
C$T-GM