Se desarrollan nuevas competencias y habilidades.
Ante una contingencia sanitaria que obligó a miles de alumnos y maestros a permanecer en sus casas, el aula invertida ha sido una metodología dinámica y atractiva utilizada por algunos docentes para cambiar el paradigma de la enseñanza-aprendizaje y empoderar a sus estudiantes.
“Hoy en día, más que nunca, se vuelve patente la necesidad de que los y las estudiantes desarrollen competencias que les sean útiles en el terreno profesional, en el terreno laboral, y esto empieza desde el aula”, aseguró el doctor Emilio Mario Coral García, académico de la Universidad Iberoamericana (UIA) campus Ciudad de México.
Por ello, los docentes que han estado participando en estos procesos de transición hacia el aula virtual, los modelos híbridos y a distancia, al regresar al aula presencial se habrán diversificado y tendrán perspectivas mucho más abiertas en cuanto a las posibilidades del trabajo con sus estudiantes.
En el aula invertida, explicó, cada alumna o alumno asimila contenidos de manera independiente fuera del salón de clases, y los termina por conocer a fondo en la sesión, en vez de que el o la docente lleguen a impartir un tema, desde el inicio, por medio de una exposición magistral.
Sin embargo, el profesorado debe crear de manera anticipada un diseño pedagógico que incluya materiales digitales o impresos para sus estudiantes, a fin de que estos los revisen antes de la impartición de la materia y lleguen al salón de clases con un avance en el proceso de asimilación de información y de conocimientos, para luego hacer una integración más profunda de éstos.
“De esta manera, el trabajo de los docentes con su alumnado es más del tipo de asesoría y acompañamiento, incluso más personalizado, para profundizar en los temas”.
En el aula invertida se recurre a actividades dinámicas para estimular al estudiantado a hacer ese trabajo previo, ya sea ver videos o películas, revisar de manera crítica-analítica algún texto, hacer una WebQuest o alguna investigación rápida y breve por Internet.
El doctor Coral García subrayó como otra ventaja más de ese modelo que las y los estudiantes pueden diversificar sus áreas de interés, que van a explorar a partir de los materiales que los docentes les proporcionan para trabajar fuera de clase.
Esto implica para los maestros el reto de que en clase deberán abordar sus temas de manera más creativa, interactiva y diversa, “para motivar al alumnado a continuar apropiándose de su proceso de enseñanza-aprendizaje, y hacer una integración plena de éste”.
Además, enfatizó que con esta estrategia se requiere mucho seguimiento de los docentes, porque no se trata de soltar contenidos y dejar solos a los estudiantes, sino de fortalecer el acompañamiento pedagógico y de seguimiento más personalizado.
En este sentido reconoció que hay mucha apertura de los maestros, que se está generando gran capacidad creativa e incluso de innovación, para aprovechar las aulas virtuales y el trabajo a distancia, y que se está construyendo una interacción más dinámica con los estudiantes.
“El gran reto es cómo estar continuamente fortaleciendo y mejorando la interacción con los estudiantes, cómo tener un verdadero diálogo a pesar de la distancia, donde los estudiantes se sientan acompañados, que sientan que tienen comunicación con sus docentes y que hay un trabajo pedagógico integral”.
C$T-GM