Con tres mil kilómetros de frontera, 48 cruces carreteros y cinco ferroviarios, México representa “un sueño logístico” para las empresas estadounidenses, ventajas que se suman a costos laborales de 4.50 dólares por hora en promedio, los cuales son altamente competitivos, aun ante los incrementos a los aranceles, pues “los retos son tan reales como las oportunidades”.
Para Mario Veraldo, director ejecutivo de MTM Logix, empresa especializada en logística, “en lugar de ver los aranceles como un obstáculo, los líderes del sector deben verlos como una señal para ajustar sus estrategias y reducir los riesgos asociados con la dependencia de un solo punto de suministro”.
En un texto titulado “El momento de México: navegando en el nuevo orden comercial”, el especialista señaló que la ubicación de México lo convierte en un punto estratégico para acceder a más de mil millones de consumidores y al 60 por ciento del PIB mundial, con independencia del incremento de aranceles.
Si bien el anuncio de la Casa Blanca implica que “el panorama del comercio mundial necesita prepararse para otra transformación”, México puede aprovechar la oportunidad para posicionarse no solo como una alternativa, sino como un centro vital en la cadena de suministro reimaginada”.
Varios elementos se conjugan para ver estas oportunidades, por encima de los retos que implica la imposición de aranceles. Por un lado, las empresas están diversificando sus fuentes de aprovisionamiento, con estrategias como el modelo “China más uno” o “abastecimiento de múltiples regiones”.
Ante este panorama, México destaca como una opción estratégica para este nuevo entorno comercial, empezando por su posición geográfica, pero también por su fortaleza manufacturera en sectores como el automotriz, aeroespacial y de dispositivos médicos.
No obstante, Mario Veraldo convocó a los líderes del sector tener en cuenta herramientas importantes como el análisis de datos inmediatos, así como la planificación logística avanzada, que serán esenciales para mitigar los impactos negativos de las políticas comerciales.
Además, frente a competidores en Asia, México combina costos laborales competitivos con beneficios logísticos y de menor incertidumbre arancelaria. El T-MEC refuerza su atractivo al modernizar regulaciones y facilitar la inversión, aun ante el escenario de duda en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha colocado a este instrumento comercial.
Con todo, aprovechar las oportunidades que se presentan, implica una preparación específica. “Ante los cambios globales, las empresas están replanteando sus estrategias para fortalecer sus cadenas de suministro”.
En ese sentido, resulta indispensable identificar vulnerabilidades, diversificar proveedores y crear alianzas locales para adaptarse a un panorama normativo en constante evolución.
“La tecnología juega un papel clave: la previsión de demanda con inteligencia artificial, el rastreo en tiempo real y el almacenamiento estratégico cerca de la frontera con Estados Unidos, permiten mayor agilidad y resiliencia ante nuevas políticas arancelarias”.
De este modo, México, con su infraestructura manufacturera consolidada y su creciente capacidad tecnología, “se perfila como un punto clave para la industria global. Sectores como el automotriz, aeroespacial, electrónico y el comercio digital pueden aprovechar la ubicación del mercado mexicano, costos competitivos y eficiencia operativa para mantenerse a la vanguardia en un entorno cada vez más desafiante”.
A través de la innovación, la preparación estratégica y la inversión en infraestructura, el mercado mexicano puede convertir los retos comerciales en ventajas sostenibles.
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