Programas, generan “gustos culposos”.
Si bien entre la generación Millennial existe una percepción general desfavorable sobre los contenidos que se ofertan en la televisión abierta, este medio de comunicación está presente en su vida como parte de la rutina o por hábito familiar, mostró el “Informe de hábitos de consumo de medios de comunicación por jóvenes” elaborado por el IFT.
“Actualmente y debido a la diversidad de opciones que las audiencias tienen para allegarse de contenidos audiovisuales, es común pensar que el consumo de la televisión abierta ha disminuido dramáticamente; sin embargo, es preciso señalar que sigue siendo un medio al que los jóvenes recurren”, subrayó María Lizárraga, titular de la Unidad de Contenidos y Medios Audiovisuales del órgano regulador.
Al presentar el “Informe de hábitos de consumo de medios de comunicación por jóvenes”, la funcionaria refirió que ya sea por rutina o por hábito familiar, alrededor de una tercera parte de las personas participantes mencionó ver televisión a diario a pesar de que declararon tener un consumo bajo.
Más de la mitad de ellos reconoce ver televisión abierta por lo menos una vez a la semana lo cual implica que siga estando presente en sus hábitos de consumo audiovisual aunque sea por costumbre o por acompañamiento con otros integrantes de la familia.
Los momentos en que los jóvenes de entre 20 y 35 años de edad consultados por el IFT están expuestos a la televisión abierta son puntuales: la emisión de noticiarios, por la mañana o por la noche, o en fines de semana cuando hay tiempos de ocio y encuentran alguna película que les gusta y que generalmente ya vieron en otro momento.
“Entre semana, la televisión juega un rol secundario al funcionar como un acompañamiento mientras realizan actividades propias de su rutina como prepararse antes de salir a la escuela o al trabajo; principalmente su consumo se relaciona con contenidos informativos de noticiarios a los que cuales dicen acudir para corroborar la información que reciben de otras fuentes”.
María Lizárraga refirió que uno de los principales hallazgos del informe es que los jóvenes participantes en el levantamiento de información realizado por el IFT reconocieron tener “gustos culposos” con programas televisivos como Venga la Alegría, Hoy, Exatlón, La Rosa de Guadalupe, Enamorándonos, Qué Importa, La Academia, Master Chef México y Acábatelo.
“Al mismo tiempo, hay un sector de esta juventud que les parecen contenidos triviales, de hecho se burlan de ellos y los consideran de poca relevancia para la sociedad; sin embargo, son estos los programas que logran ser compartidos y comentados en sus redes sociales y entre sus círculos, ya que al reflejar guiones tan absurdos se prestan para bromas o la creación de memes”.
De igual forma, añadió, se detectó que este comportamiento se replica con noticias absurdas pero relevantes como comentarios ignorantes por parte de las figuras públicas, errores o hechos vergonzosos de presentadores, políticos y participantes que se volvieron virales
“En general, hay una percepción desfavorable sobre los contenidos que se ofertan en la televisión abierta, los testimonios emitidos presentan una serie de quejas y expresiones de rechazo sobre los programas, identifican que muchos de los contenidos presentados por las televisoras tienen sesgos machistas y poco creativos”.
Entre la desventajas de la televisión que los jóvenes identificaron destacan la irrelevancia y baja calidad en su programación sobre todo cuando se trata de noticias o deportes, la abundancia de anuncios publicitarios, la nula personalización de la programación, el desconocimiento de la misma y en lo respectivo al contenido.
Entre las ventajas que se logran identificar en la tv abierta sobre la tv de paga, internet y otras plataformas destaca la inmediatez de la programación la cual se encuentra siempre lista para verse, la independencia que tiene en su capacidad y velocidad del internet que tiene el usuario y por supuesto el hecho de ser gratuita.
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