Otro 46% dijo consumir más contenidos en tv de paga.
El consumo de contenidos a través de las plataformas Over The Top (OTT) tuvo un incremento impresionante durante la pandemia, con ganancia de suscriptores de paga que se han mantenido fieles a esta opción; mientras que medios tradicionales como la televisión abierta continúan en una transformación inédita, buscando un nuevo modelo de negocio para salir de la crisis.
“Las audiencias de la generación Z ya se habían fugado de las pantallas, ya vivía en una oferta de plataformas y de contenidos gratuitos por medio del internet. En la pandemia vimos que este era el camino que estaba muy marcado, pero se ha fortalecido y ha crecido”, expuso María Lizárraga Iriarte, especialista en telecomunicaciones, medios y contenidos, socia en el International Women Forum (IWF), Capítulo Advisor.
La utilización de plataformas que ofrecen contenidos bajo demanda, como Netflix, Amazon Prime, Claro Video, HBO Go, -con Netflix a la cabeza por el número de suscriptores- creció 60 por ciento durante el horario matutino a raíz de la declaración del estado de emergencia por la pandemia Covid-19 (30 de marzo de 2020).
Adicionalmente en diversos países del mercado global Disney+ anunció que a los cinco meses de su llegada había aumentado la cantidad de suscriptores en un nivel que no habían considerado para este año, y en su lanzamiento a finales de 2019 estaba disponible en 10 países, precisó la especialista.
En los medios tradicionales como la radio y la televisión abierta, el confinamiento representó una oportunidad para que las televisoras de todo el mundo pudieran mantener a sus audiencias, quienes debían permanecer en sus casas, con la preocupación, la nostalgia y el interés por contenidos educativos para los menores de edad.
En la videoconferencia “Hábitos y tendencias de consumo de contenidos audiovisuales en la pandemia”, en el Broadcast México virtual 2020, Lizárraga Iriarte se refirió a una parte especial del estudio Target Group Index (TGI) aplicado en siete países de Latinoamérica entre abril y junio de este año.
El citado reporte indicó que en Colombia, se observó un aumento en el consumo al inicio del confinamiento, principalmente para estar informados sobre lo que pasaba con el COVID-19, pero con el tiempo la audiencia volvió a sus contenidos habituales.
Respecto a las audiencias en Brasil, el coronavirus trastocó uno de los productos culturales de referencia: las telenovelas, que para mitigar el riesgo de contagio tuvieron que suspender la transmisión y producción, y en su lugar empezaron a programar contenidos y telenovelas que habían sido exitosas a principios del año 2000.
Esa estrategia también se retomó en México, donde se transmitieron telenovelas que en su momento alcanzaron altos niveles de rating. Pero además, debido a que se cerraron las iglesias, en algunos canales se empezaron a transmitir las misas de la Basílica de Guadalupe.
Respecto al consumo de contenidos por internet, el estudio mostró que 66 por ciento de las personas mencionaron ver videos gratuitos, mientras que 71 por ciento, admitió que aumentó su consumo de contenidos audiovisuales por medio de servicios por suscripción.
Sobre el comportamiento observado en los medios tradicionales, el consumo de televisión abierta aumentó en forma significativa, pues 46 por ciento de las personas encuestadas aseguraron que consumen más contenidos de televisión de paga, mientras que 39 por ciento dijo que consumió más tv tradicional.
“Resulta interesante mencionar que además de la tendencia a la alza de consumo de contenidos que se observó en todo el mundo, tanto en medios tradicionales como en las plataformas OTT, los hábitos y costumbres de cada sociedad derivaron en particularidades tanto en la oferta como en la demanda”.
Por ejemplo, en Italia un gran número de programas de entretenimiento fueron cancelados o reducidos, y algunos con tertulias se tuvieron que conectar vía remota, mientras que los programas informativos se produjeron y transmitieron incluso desde las casas de los titulares.
En Francia, pareciera que la gente buscó sentirse mejor viendo las películas de Louis de Funés, un reconocido comediante y actor, pues en la televisión abierta retransmitieron sus películas y se convirtieron en un éxito en el contexto de la pandemia. Fue “un fenómeno atípico en la televisión”, al alcanzar un alto rating.
Para muchas personas de Reino Unido, la televisión también fue una opción, lo que explica por qué alcanzó cifras récord de audiencia. Mientras los espacios informativos se suspendían o adaptaban sus formatos, los “Late Night” shows se transmitieron desde los hogares de los propios conductores.
Tanto Inglaterra como Alemania proliferaron los programas infantiles educativos. De hecho, tomaron los contenidos de sus principales canales dedicados a estos temas y los insertaron en sus parrillas programáticas haciendo mixes de contenidos entre los programas informativos y los educativos. Además, tras la suspensión de la Bundesliga para levantar el ánimo de los alemanes se transmitieron viejos clásicos de futbol.
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