Necesario estrictos códigos de ética.
Ante el coctel sociológico que enfrentan las audiencias por el confinamiento, crisis económica y temor a contagios, las empresas de servicios de comunicación deben revisar y mantener estrictos códigos de ética en la difusión de contenidos que permita contrarrestar la propagación de la Infodemia y la Infoanemia en momentos de gran incertidumbre en que las audiencias están reduciendo su lealtad a las marcas y dirigiendo más su atención a las plataformas digitales.
“La epidemia por ser abstracta no la podemos ver, lo que ha acrecentado en las audiencias la necesidad de evasión que se manifiesta en un mayor consumo de información y contenidos, de ahí la necesidad de dar un mayor enfoque en su calidad y veracidad en beneficio de los usuarios, muchas veces víctimas de las fake news”, comentó Claudio Flores Thomas, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión Pública (AMAI).
Durante su participación en el Foro Internacional “Los Medios y las Autoridades del sector Audiovisual en el Contexto de la Emergencia Económica en Iberoamérica, organizado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), asentó que por efectos de la pandemia se vive un cambio cultural en el consumo de las audiencias que las empresas y operadores deben asumir con un mayor enfoque en sus necesidades y deseos.
“La mayor dinámica de consumo colectivo que significa un salto de seis años, obliga a las empresas abrir nuevos espacios de ética que reflejen solidaridad con el gobierno y la sociedad civil ante problemas como riesgo de contagio, distribución de insumos médicos gratuitos o atención a problemas crecientes como la violencia intrafamiliar”.
Jorge Hidalgo, de la Academia de la Facultad de Comunicación de la Universidad Anáhuac, señaló que ante el confinamiento prolongado y situación de incertidumbre, el reto de las plataformas es buscar a sus consumidores con contenidos que creen un vínculo emocional y de confianza que permita recomponer el tejido social a través de la solidaridad.
“El reto es engranar las prácticas de consumo hacia mejores contenidos informativos que por igual atraigan a las audiencias que todavía optan por los medios tradicionales como una forma de preservar su entorno”.
Por su parte, Yvonne Griley, consejera del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), enfatizó que ante el incremento en el uso de contenidos, las autoridades reguladoras han solicitado a las empresas de servicios de comunicación impulsar contenidos pedagógicos para prevenir la desinformación a la vez que se mantiene la detección de noticias falsas, lo que ha llevado a cancelar 30 videos en YouTube y redes sociales que publicitaban «productos milagro» con los que supuestamente se puede combatir o provenir el virus.
“Hacer frente a los retos de una mayor audiencia significa informar con oportunidad y precisión como es el caso de los supuestos efectos dañinos de las frecuencias de redes 5G que científicamente no están comprobados y que originaron una campaña de desinformación en redes sociales, que en el caso de Cataluña y Barcelona fue combatida invitando a la población a un consumo de medios más plural para contrastar las noticias falsas, además de recurrir a medios de probada responsabilidad editorial”.
En la clausura del foro, el director general de la Organización de Telecomunicaciones de Iberoamérica (OIT), Federico González Luna, subrayó que los comentarios y experiencias recogidas coadyuvarán a una mejor colaboración entre autoridades y medios para cumplir con el compromiso de mejor calidad de los contenidos y veracidad en la información que evite malas prácticas que alteran y dañan a la sociedad que está en busca de mensajes y contenidos pedagógicos o de solidaridad en estos tiempos de pandemia.
C$T-EVP