Viven una deserción de sus audiencias juveniles.
Los medios públicos en México enfrentan una situación grave y delicada, de “generalizado abandono”, de “saqueo inaudito”, así como verdaderas “historias de terror” construidas a lo largo de tres sexenios que dejaron como saldo muchos “damnificados”; no obstante, el inicio de esta administración ofrece “un momento único” para cambiar la dirección que han tenido a lo largo de 18 años.
“Acepté dejar 30 años de periodismo porque la puerta que abrió el inicio del gobierno de López Obrador es un momento único, no habrá otro como este… hoy se puede tener al mismo tiempo una generación de comunicadores, de periodistas, de defensores de Derecho a la Información que pueden enfrentar la dirección de los medios públicos y despertar a este gigante dormido”, aseguró Jenaro Villamil Rodríguez, Presidente del Sistema Público de Radiodifusión (SPR).
Admitió que no es la mejor época que viven los medios públicos, pues las condiciones en que se realizó su recepción, habla de un sector que enfrenta problemas persistentes, resultado de operar bajo un modelo que privilegió a los medios concesionados de radio y televisión, desde la administración de Vicente Fox hasta la de Enrique Peña Nieto, una práctica que se replicó a nivel estatal.

“Vamos a llegar hasta donde se pueda”, a tratar de crear, de “despertar tantito al gigante dormido y que deje de estar aletargado”, eliminando viejas prácticas, porque los medios públicos fueron utilizados para negocios personales, para triangular dinero y llevar a cabo “estafas maestras realmente grotescas”, teniendo como resultado que ex-directivos en gobiernos anteriores salieran millonarios, aunque con algunas honrosas excepciones.
En su diagnóstico, sostuvo que los medios públicos presentan una infraestructura fragmentada, con escasa posibilidad de realizar operaciones conjuntas, pese a que cuando han logrado articular su operación han generado buenos resultados, lo cual explica por qué a las grandes televisoras en México como TV Azteca no les conviene ni desean que suceda, y por qué asegura que el sector está siendo destruido por la Cuarta Transformación.
Con diferentes niveles de calidad de contenidos y antigüedad de infraestructura sostuvo que si pudiera conciliar una operación de los medios públicos colaborativa, representaría la mitad de una cadena nacional, es decir, 56 canales “eso es lo que le preocupa a la televisión abierta, por eso no quieren que se articule el sector, porque eso no les conviene a los privados.
El problema ha sido, explicó, la ausencia de una línea estratégica para el SPR pues no se considera la diversidad de los medios públicos, “somos diferentes historias, diferentes galaxias” desde una Radio Educación con 95 años de operar hasta el Canal 11 que representa la señal más antigua del país, con 60 años; o el Canal 14 con apenas cuatro años, así como emisoras estatales o estaciones como IMER, todas con una condición similar de abandono.
Villamil Rodríguez aseguró que en el periodo de recepción se han detectado “verdaderas historias de terror” construidas a lo largo de tres sexenios, derivado de un modelo que convirtió la comunicación política en mercadotecnia, que vendía tiempo-aire, que propició la sustitución de los productores por publicistas, los guionistas por vendedores de espejos, y periodistas por documentalistas, eso sucedió en la generalidad de los medios públicos.
“Vamos saliendo de una historia de saqueo inaudito que construyó la administración de Enrique Peña; cálculos moderados estiman que el gasto en publicidad alcanzó los 100 mil millones de pesos durante un sexenio, aunque las cifras oficiales solo estimen 66 mil millones de pesos, recursos que representaron el presupuesto de la UNAM; y que del total, 66 por ciento, fueron destinados a medios privados en lugar de construir infraestructura en medios públicos”.
En el foro organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, “Medios Públicos en México: de la marginación al centro del debate”, explicó que cómo herencia del sexenio pasado se dejó una Ley Federal del Sistema Público de Radiodifusión que solo representa “buenos deseos, es poco práctica, regula un organismo no un sistema, con un Consejo Ciudadano que no tiene dientes”, y que carece de un volumen de audiencias apreciable, pues difícilmente el 5.0 por ciento de la población en México sabe lo que es el SPR.

“La realidad terrible es que los medios públicos enfrentan una enorme deserción de las audiencias juveniles e infantiles. La audiencia promedio, de las señales federales (no se sabe de las estatales), es de 45 o 55 años de edad, las de 15 años han abandonado su consumo, igual que sucede con la televisión abierta y las radio tradicional”.
El desafío para los medios públicos es recuperar sus jóvenes audiencias, sector que representa el 40 por ciento de la población en el país, “si en 10 años este sector no es capaz de llegar a los las audiencias juveniles serán absolutamente prescindibles y se volverán parte de la arqueología de México“, y dejarán su espacio a las redes sociales donde hoy existe información distorsionada, tóxica, un espacio donde no se está informando.
C$T-EVP