Existe un ecosistema mediático altamente concentrado.
En la era digital, en la que las personas no solo son consumidoras de contenidos, sino también productoras que incluso empiezan a edades muy tempranas, conocer los derechos de las audiencias resulta imprescindible y forma parte importante del universo de habilidades necesarias de apropiar y participar de manera «empoderada» en el ecosistema mediático, donde la libertad de expresión no es exclusiva de quienes están frente a un micrófono o una cámara, sino un derecho humano básico con dimensión colectiva, destacaron expertas en defensoría de audiencias.
“Estamos en una época en que las audiencias ya no solo son consumidoras, sino que tienen una experiencia en la producción para radio y televisión tal vez no lo suficiente entendidos, por eso conocer nuestros derechos como audiencias forma parte de un universo contemporáneo de habilidades de herramientas de carácter cultural que nos servirán y nos fortalecerán para participar en el ecosistema mediático de hoy en día”, aseveró Hilda Saray Gómez, defensora de las audiencias de la UAM Radio.
Precisó que actualmente las audiencias no consumen únicamente radio, televisión o internet, sino que su preferencia está fragmentada o combinada en todos y cada uno de esos canales a lo largo del día, y las habilidades que se han aprendido en el contacto con el ecosistema mediático y en la red, permite a la población contar con herramientas mucho más fortalecidas para poder participar en la vida real y sobre todo en la vida digital, de empoderarnos como audiencias y tener una lectura mucho más precisa de todo lo que pasa en esos sitios.
Los derechos de las audiencias hoy plasmados en el artículo 256 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), «no son generación espontánea» sino resultado de la participación de varias generaciones -Virgilio Caballero entre ellos-. Pero todo empieza con el compromiso de conocerlos y sobre todo ejercerlos, así como por tomar la palabra e inconformarnos cada vez que se encuentra algún contenido en los medios de comunicación (sean públicos o comerciales) que los esté violentando.
Conviene tener presente el compromiso como audiencias de conocer esos derechos, ejercerlos y compartirlos, pues un derecho que no se ejerce es como si no existiera«, acotó en el conversatorio «Ni censura ni mordaza, solo derechos de las audiencias. Reflexiones en torno a la sentencia de la segunda sala de la SCJN», organizado por la Casa del Archivo de Colima.
En el evento virtual, Ana Cecilia Terrazas, defensora de las Audiencias de Radio Educación, consideró que las leyes siempre han mostrado las tensiones que existen entre los poderosos y las regulaciones, que en el caso de la LFTR era “una tensión que casi siempre ganaba Goliat”, es decir, los grandes medios masivos de comunicación.
Los concesionarios siempre han defendido sus intereses, siempre «han defendido lo suyo», por eso es importante que cada medio de comunicación garantice la existencia de un Defensor de las audiencias, para defender no solo la libertad de expresión, un derecho de todos, sino que también estén garantizados los intereses y los derechos de toda persona que escucha radio o ve televisión, «por ello la gran paradoja es que ahora algunos medios aseguren que se pretende quebrantar su libertad de expresión».
Al respecto, precisó que los derechos de las audiencias, no deben ser «aplastados» por los concesionarios o los radiodifusores, quienes deben ofrecer contenidos plurales, incluyentes, ofrecer información veraz y oportuna, pero más importante aun, no discriminar, no violar la intimidad de las personas, elementos todos relativamente nuevos en ley, lo que explica por qué la población aún no está familiarizada con ellos, pero que resulta de vital importancia conocerlos en detalle.
Las audiencias deben estar conscientes que hay un derecho de réplica, que los radiodifusores deben respetar horarios de programación y tener los avisos pertinentes; de ofrecer buena calidad de audio y de video, «no porquerías»; que las personas con discapacidad se sientan incluidas, y a no discriminar a nadie por ningún motivo, entre otros.
Al intervenir en el Conversatorio, Laura Martínez Águila, Defensora de Audiencias de Grupo IMER, dijo que la relación entre los derechos de las audiencias y la libertad de expresión, es que esta última es un derecho humano básico, vinculado con el ejercicio de la libertad de pensamiento, de la libertad de opinar, de asociarnos y de circular y dar acceso a información de calidad, todo ello clave para «pavimentar el camino» hacia la participación social en la toma de decisiones, por lo cual tiene una dimensión colectiva.
No menos relevante es su relación en tiempos como el que «estamos por vivir este 6 de junio» de ejercer un voto, con lo cual la libertad de expresión se convierte en un derecho de carácter universal, irrenunciable e intransferible. Esto es relevante para que la población cobre conciencia que la libertad de expresión no es un derecho exclusivo para quienes están al frente de un micrófono o una cámara, o incluso de la comunidad artística.
Es importante recordar que en 1985 la Corte Interamericana de Derechos Humanos destacó la dimensión doble de la libertad de expresión (individual y colectiva) por lo cual señaló que no era conveniente permitir que sobre la premisa del derecho a difundir información e ideas, se erigieran monopolios públicos o privados en los medios de comunicación para intentar «moldear la opinión pública» con un solo punto de vista, algo relevante si se considera que en México y América Latina se caracteriza por tener una concentración mediática en medios comerciales que llevó incluso a una reforma en 2013, que desembocó en la declaración de un Agente Económico Preponderante en Radiodifusión (Grupo Televisa).
“…en un ecosistema de medios que no es equitativo, que se trata de una concentración que no únicamente está en manos de quienes invierten en infraestructura, de quienes tienen señales y canales de radio y televisión, sino que también tienen voz, opinión y línea editorial… donde se dan visiones muy unilaterales y demasiado homogéneas, los derechos de las audiencias nos recuerdan que están porque tenemos derecho a la diversidad, a la pluralidad, con una dimensión colectiva y con derecho a la libertad de expresión, y que aunque no sea un contrapeso, si somos sujetos de derechos”.
Las expertas en defensoría de las audiencias coincidieron en señalar que ahora que se ha evidenciado la falsedad con la que algunos comunicadores, periodistas y radiodifusoras han denunciado una supuesta ley mordaza a los medios de comunicación, las personas pueden buscar al Defensor de ese medio, e inconformarse porque propagar información imprecisa o falsa, violenta su derecho como audiencia.
C$T-EVP