Siendo “Televisa Leaks” uno de los escándalos políticos más importantes de los últimos años que está vinculado con concesiones y con concesionarios, el IFT debería abrir una investigación, pues en tanto este órgano regulador no quede formalmente extinto, tiene una responsabilidad ética, profesional y legal qué atender.
“Estoy convencido de que el IFT tendría que actuar de manera oficiosa en este tema. A mi juicio, existen por lo menos ciertas sospechas de que la concesión ha sido utilizada de manera irregular. No tengo claridad, porque evidentemente no todas las campañas salieron o fueron difundidas a través del espectro concesionado a Televisa, entiendo que muchas veces fueron difundidas a través de otros concesionarios, en plataformas sociales, en fin, pero todo eso corresponde al Instituto investigarlo”, dijo Mony de Swaan.
En entrevista con ConsumoTIC, el especialista enfatizó que lo peor que puede pasar es que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se quede en silencio ante un escándalo que involucra a un concesionario de radiodifusión con la realización de operaciones de desinformación sistemáticas.
Televisa Leaks es un caso revelado por el equipo de investigaciones especiales del portal Aristegui Noticias el pasado 28 de abril que está basado en la filtración de un archivo de cinco terabytes de información, que incluye conversaciones de chat, videos, fotografías y otros documentos que exponen las actividades del grupo “Palomar”, una unidad a cargo de Javier Tejado Dondé –vicepresidente de la Oficina de Información de Televisa–, para ejecutar campañas de desprestigio y golpeteo mediático.
“No podemos quedarnos con una autoridad que no diga nada en uno de los escándalos políticos más importantes de los últimos años que está vinculado con concesiones y con concesionarios. El IFT, con su silencio, sólo le está dando la razón a sus críticos”.
Mony De Swaan habla con base en la experiencia propia, pues en 2013 le tocó ejecutar como último presidente de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), la transición al nuevo órgano regulador (al IFT), lo que incluyó no sólo el diseño del nuevo presupuesto, sino también la elaboración de varias resoluciones que evidentemente no le tocaría llevar a Pleno.
“No solo eso, en el último año promoví la licitación de televisión abierta, la transición a la televisión digital… sabiendo que ya no íbamos a existir, sabiendo que además yo ya no iba a ser parte del IFT. Es lo que se debe hacer e insisto, guardar silencio me parece un acto de abandono de responsabilidades y de funciones”.
En la perspectiva del ex funcionario, que en la actualidad se desempeña socio fundador del Centro de Estudios e Investigación en Asuntos Públicos (CEIAP), la revisión de lo que está ocurriendo con Televisa Leaks es un acto regulatorio que podría ser motivo de una sanción con base en el artículo 303 de la actual Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
“Ni necesariamente se ha violentado el título de concesión, ni necesariamente tendría que terminar en el rescate de la concesión o en el retiro de la concesión. Podría haber algo intermedio como sanciones al grupo económico. Lo que es imperdonable es que no haya nada. Como pocas personas he sido apoyador y defensor del IFT y del arreglo institucional pero eso no me impide señalar cuando creo que se están equivocando”.
De Swaan sostuvo que en la actualidad no existe un limbo legal que impida al IFT abrir carpetas de investigación, con todo y que probablemente no tenga tiempo de concluirlas; sin embargo, es fundamental que hasta el último día de funciones, este órgano lleve a cabo todas y cada una de sus tareas regulatorias.
Para Mony De Swaan, “la ley es la ley” y mientras siga vigente, establece las atribuciones que tienen las distintas instituciones, las responsabilidades de las personas funcionarias que, por cierto, seguirán cobrando su sueldo hasta el última día, es decir, no hay motivo para guardar silencio sobre éste y otros casos que siguen requieriendo de la atención regulatoria de la autoridad.
“La ley no prevé que el IFT deje de actuar en determinados momentos hasta que quede extinto totalmente. No está obligado a terminar la investigación y no está obligado a emitir la conclusión y en su caso la sanción correspondiente. En caso de que se le termine el tiempo, pues le traslada el expediente a quien sea el regulador en ese momento y el nuevo regulador decidirá si lo retoma o no, pero insisto, la peor opción, la que le da la razón a los críticos del IFT, es no hacer nada”.
C$T-GM