Contenidos infantiles registran menor consumo.
Con un promedio de cuatro horas con 46 minutos frente al televisor durante el año 2017, los niños en México tienen una amplia exposición a producciones que no están dirigidas al segmento infantil como los programas dramatizados, las telenovelas y los reality show.
«Entre los géneros televisivos que se están consumiendo encontramos que el más alto es el dramatizado unitario, entre los que destacan La Rosa de Guadalupe y Lo que la Gente Cuenta; en segundo lugar están las telenovelas como La Piloto o la Doble Vida de Estela Carrillo; y después caricaturas como Bob Esponja y El Chavo del Ocho», dijo María Lizárraga, titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales del IFT.
Al presentar la actualización de los Estudios sobre oferta y consumo de programación para público infantil en radio, televisión radiodifundida y restringida, la funcionaria destacó que los programas dramatizados, telenovelas, caricaturas, reality show y concurso fueron los cinco géneros que más rating generaron en la audiencia infantil durante 2017.
«Cabe destacar que aquellos contenidos definidos como infantiles se encuentran más abajo con apenas el 0.8 por ciento de raiting, lo anterior es consecuencia lógica del tipo de contenidos que ofrece la propia televisión radiodifundida en México».
Ello es evidente al identificar que de los 16 canales comerciales analizados, sólo en seis de ellos se contó con programación infantil, de la cual únicamente 5.8 por ciento se trató de producciones nacionales; en tanto que de los seis canales de carácter público que se estudiaron, cinco contaron con programación dirigida a este tipo de audiencia, la cual en 47.5 por ciento, corresponde a producciones nacionales.
«Lo anterior nos habla de un gran esfuerzo por parte de las señales públicas para generar y transmitir contenidos de producción nacional».
Con relación al tiempo que durante el año 2017 el público infantil pasó frente al televisor, el nuevo análisis del IFT registró un promedio de cuatro con 46 minutos, nivel que muestra un incremento de 12 minutos frente a lo que se consumía en 2014; tiempo considerable si se piensa que es prácticamente la quinta parte del día de un niño.
«Durante 2017, en el análisis de las 24 horas, los sábados fue cuando se observó una mayor exposición a la televisión en el segmento de 4 a 12 años; 15.8 por ciento del total de dicho público consumió televisión a lo largo del día. Como referencia, de lunes a viernes el promedio fue de 14.7 por ciento, mientras que los domingos fue de 14.2 por ciento», destaca el estudio.
De lunes a viernes, la exposición a la televisión abierta creció de manera paulatina a lo largo del día, desde las 6:00 y hasta las 21:00 horas, cuando alcanzó el mayor nivel de encendidos por parte del público infantil.
«Los fines de semana en el horario matutino de 8:00 a 10:00 horas se registró un incremento en el consumo de televisión, especialmente los sábados y se mantuvo en el mismo nivel hasta las 19:00 horas, momento en que nuevamente creció la exposición hasta llegar al nivel máximo entre las 21:00 y las 22:00 horas».
Gabriel Contreras, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), comentó que si bien los concesionarios gozan de una libertad programática establecida en ley, este tipo de estudios reflejan la gran responsabilidad que tienen diversos actores como la propias autoridades, los padres de familia, los programadores y la industria en general para garantizar contenidos adecuados para el público infantil.
«Lo que revela el estudio es que cada vez más los niños están expuestos a más contenido audiovisual, no sólo a través de los medios tradicionales, sino de los nuevos medios, y por supuesto que esto implica retos muy importantes, lo que hagamos hoy con los niños es lo que va a definir el México del mañana».
C$T/GM