La producción de contenidos educativos para las audiencias infantiles en América Latina enfrenta retos y oportunidades importantes, que deberán estar en la agenda tanto de los medios como de empresas productoras y autoridades, para sumar experiencias de aprendizaje, ya sea a través de la televisión o plataformas digitales, además de garantizar la equidad y la inclusión de todos los niños y niñas.
“Según un estudio realizado por el Instituto de Estadística de la UNESCO y Teacher Task Force el año pasado, 826 millones de alumnos (50 por ciento de los que permanecieron fuera de las aulas debido a la pandemia) no tienen acceso a una computadora en sus casas, y alrededor de 706 millones tampoco tienen acceso a internet y 56 millones viven en regiones no atendidas por las redes móviles”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) destacó que en el contexto de la crisis sanitaria, la televisión y los recursos audiovisuales han sido protagonistas en los procesos educativos y en el uso del tiempo libre.
En el webinar “Desafíos de la Televisión Educativa y Cultural para la infancia en América Latina y el Caribe”, Brenda Campos, directora senior de impacto social para Latinoamérica de Sesame Workshop, enlistó algunos de los retos para la producción de contenidos, los cuales ahora tienen que estar en diferentes plataformas digitales y funcionar a nivel global.
Aseguró en ese sentido que uno de los desafíos es alcanzar a las audiencias hasta donde se encuentren, tanto físicamente como en cuanto a su consumo mediático y sus gustos; ya que hoy las familias interactúan y reciben contenido en diferentes plataformas, como redes sociales y a través de mensajería instantánea.
“Hace dos años comenzamos a usar muchísimo el WhatsApp, de un lado vinculando los contenidos televisivos con un número de teléfono que sumamos en la parte de abajo de la pantalla al que las familias podían comunicarse para recibir contenido adicional, pero también como una estrategia directa de involucramiento con las familias”.
Otro desafío es el fenómeno migratorio observado en la región, lo cual hace imprescindible tener un enfoque para llegar a los niños y niñas que están en movimiento, objetivo que obliga a impulsar y crear nuevas estrategias.
“Estamos piloteando dos innovaciones tecnológicas, una es vía WhatsApp y otra es un dispositivo que genera una señal muy local, para ver de qué manera podemos brindar algunas experiencias de aprendizaje durante las rutas migratorias en la región, pero sigue siendo un desafío muy grande”.
Asimismo, se refirió a la importancia de pensar en las diversas prioridades temáticas y cómo mantener la vigencia en un mercado cada vez más competitivo, con más propiedades intelectuales y más programas que llegan a la infancia con grandes presupuestos de marketing, además de las nuevas generaciones de padres y madres que no crecieron con Plaza Sésamo.
Los costos de producción, reconoció, se han mantenido como uno de los principales desafíos, pues generalmente son muy limitados o están atados a las agendas específicas de donantes.
“Hemos logrado producir contenido nuevo, pero siempre es un reto, porque además existe la tensión entre lo que el donante está empujando, que quiere ver, y lo que sabemos que las audiencias allá afuera están esperando”.
Aunque reconoció que el interés es llegar a la mayor cantidad de canales, no siempre es posible por los convenios de distribución en ciertos territorios. “No tenemos ese músculo de marketing ni presupuestario para competir con espacios estelares en ciertos canales”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura destacó que en el contexto de la crisis sanitaria, la televisión y los recursos audiovisuales han sido protagonistas en los procesos educativos y en el uso del tiempo libre.
“En Chile el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) informó que durante 2020 se alcanzó la histórica cifra de 6 horas y 22 minutos de consumo promedio por persona al día, considerando la televisión abierta y de pago”.
La Oficina Regional de Educación para América Latina y El Caribe OREALC/UNESCO en Santiago de Chile reconoció en ese sentido que si bien los niños, niñas y jóvenes en general, especialmente los que viven en zonas remotas, pudieron continuar su escolarización a través de teleclases y programas de radio, y pudieron acceder al arte y la cultura mediante plataformas digitales, la brecha de acceso a conectividad es un elemento a tomar en cuenta.
C$T-EVP