Reformuladas para utilizarlas en procesos electorales.
Tan antiguas como la historia de la humanidad, pero tan vigentes como el nuevo entorno tecnológico que vive el mundo, la importancia de las «fake news», radica en su intencionalidad en el objetivo «oscuro» que llevan esos falsos mensajes y en cómo pese a tratarse de una información a veces poco veraz, su inmediatez y la forma en como se coloca en redes sociales o incluso en un medio tradicional, puede convertirse en algo verosímil para un amplio núcleo de la población.
En el contexto del V Congreso Latinoamericano de Defensorías de las Audiencias, Carlos Alberto Scolari, Investigador y Profesor titular de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, aseguro que las noticias falsas son un fenómeno y una palabra con gran impacto social, y una herramienta de gran utilidad en los proceso político-electorales, pese a que contar una mentira o desvirtuar algunos hechos, no es nada nuevo, pues sucede desde mucho antes de la Revolución Francesa.
Al participar en el panel ¿fake news un término nuevo para un fenómeno viejo?, destacó que incluso ya en algunos estudios de comunicación las fake news tienen una amplia presencia, pues pensadores de la talla de Humberto Eco, han señalado que la semiótica debía encargarse de estudiar ese tipo de temas.
Sin embargo, han pasado casos y cosas que han marcado un «antes y un después», en un nuevo entorno de medios masivos donde la pantalla tradicional empieza a perder centralismo y las audiencias migran más hacia las redes digitales, donde las fake news parecen haberse reformulado, aseguró el investigador.
En su opinión no todo el contenido de fake news puede adjudicarse al desarrollo tecnológico, pues hay todo un componente cognitivo que se está investigando, y que al calor de hechos recientes se ha redoblado el análisis de este fenómeno; «no nos gusta tener noticias que van contra nuestros sentimientos, queremos información que nos avalen, que refuercen nuestras ideas, lo que sumado a las redes y algoritmos eso intensifica su efecto.
«Este es un elemento (el tecnológico) que favorece y propicia la difusión y aceptación de las fake news, pero es oportuno tener presente que ante todo esto es un fenómeno cultural, donde confluyen distintas causas y formas de pensar, donde también hay detrás buenos negocios como el de los clics que generan grandes ganancias».
Las fake news han resaltado la necesidad de formar y capacitar a la ciudadanía con ciertos parámetros para que identifiquen y aprendan a verificar la información que consumen en este nuevo entorno mediático, pues algunos experimentos realizados permiten observar que este fenómeno no solo impacta a los adultos o migrantes digitales, sino también a la población más joven muy familiarizada con el manejo de redes sociales.
«En 2017 la palabra fake news fue declarada la palabra del año por el diccionario de Oxford por su inusitado uso, pese a ser una practica sumamente añeja y usada en distintos formatos como el bulo, el libelo y el panfleto. El Trust Barometer 2018 advierte que el 80 por ciento de los mexicanos considera que la información falsa puede influir en sus decisiones político-electorales», se destacó en el Foro.
Las fake news se han puesto de moda y eso en alguna forma puede «oscurecer» lo que realmente son, los objetivos que persiguen, y lo que la población debe entender sobre el fenómeno, aseguró Guillermo Orozco Gómez, Profesor titular de Comunicación Social en la Universidad de Guadalajara.
Durante su intervención en el foro aseguró que las noticias falsas han sido una herramienta muy utilizada lo largo de la historia, sin embargo, si se busca ubicarlas como un término nuevo, se podría recurrir a cómo están siendo utilizadas en el periodismo y la política y la forma en que actualmente están siendo difundidas, a su alcance e inmediatez, lo cual sin duda las hace muy vigentes, añadió.
Si es un fenómeno nuevo o viejo, eso es irrelevante, lo importante es entender que las fake news son una herramienta con una intencionalidad política que pone en jaque al periodismo actual, ese es el punto medular que debe prevalecer en la mesa del debate.
«Se trata de información emitida y colocada para distorsionar la realidad y hacer que los ciudadanos pensemos de una manera distinta, es un mensaje intencional; esto es la gran diferencia con la desinformación, o la mala información, o información incompleta. Las fake news son mensajes muy completos, sofisticados pero con la intención de distorsionar los verdaderos acontecimientos y su interpretación.
Su popularidad se debe en gran parte a que las audiencias pueden verlas ahora en los medios viejos y los nuevos, en multipantallas y lo bueno de haberse popularizado el concepto es que ahora se puede llevar a foros donde se discutan sus efectos y como enfrentar este fenómeno de la comunicación.
Es importante entender la intencionalidad de ese concepto; desde el significado de la palabra en inglés «Fake» se puede entender su connotación pues es utilizada para sustituir una palabra verdadera, es ahí donde se debe entender la intencionalidad de las noticias falsas.
Sin embargo, indicó que las audiencias tienen un cúmulo de información actualmente disponible y que para una persona es complicado verificar lo que realmente está pasando, pues la inmediatez de la noticia propicia que no se tengan los elementos suficientes para checar cientos o miles de mensajes, así como las imágenes que acompañan a la noticia falsa que refuerzan su posicionamiento.
Para Armando Casas, director general de TVUNAM, las fake news es una noticia falsa que tiene un objetivo claro, el de engañar, con dos características fundamentales, que debe parecer una noticia real, para que la gente lo crea, y responder al deseo de una persona o un grupo de lucrar o transmitir una ideología o una posición política.
El tema es tan viejo como se ha dicho pues existe un texto griego de Procopio de Cesarea, titulado Historia Real y que habla de Justiniano y su esposa Teodora, donde se destacan «puras mentiras», para calumniar a este emperador. Hoy uno de los que más han popularizado las fake news es Donald Trump, que ha llevado a esta práctica a nivel mundial, para acusar a los medios de mentirosos, una gran paradoja del entorno actual.
«Lo increíble de este fenómeno es que todos creemos que podemos identificar fácilmente cuando algo es una fake news, lo sorprendente es descubrir que no es tan fácil; en México por inverosímil que parezca, llegan a dar crédito a ciertas noticias que son verosímiles, pero que no son veraces.»
En México las fake news que más se propagan son las que más indignación causan entre la población, lo que habla de la capacidad de reacción que generan estos mensajes, sobre todo cuando son acompañados de una imagen que en el caso de las noticias falsas, no corresponden al hecho real, incluso una noticia que haya sucedido cinco años atrás puede parecer vigente.
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