Y es que en el gobierno de la Cuarta Transformación, que pasará a la historia por eliminar de tajo 10 años de regulación autónoma en los sectores de las telecomunicaciones y la radiodifusión, nada se ha dicho sobre cómo se pretende garantizar los derechos de las personas usuarias de servicios como la telefonía fija y móvil, el internet y la tv restringida.
El tema no es menor si se considera que las fallas en los servicios, el desbloqueo de celulares, problemas con las contrataciones, portabilidad y cambios de modalidad, entre muchos otros, son el pan de cada día de las personas usuarias. Pero también del IFT, y de las propias empresas proveedoras, pues están obligadas a recibir, atender y desahogar las inconformidades.
Pero esto no se logró por generación espontánea, es producto del largo camino que se ha tenido que recorrer para lograr materializar herramientas que, si bien no son perfectas, sí representan una alternativa real, eficiente y cercana para recibir servicios de calidad.
De hecho, las alternativas que hoy están disponibles a través del IFT, son una valiosa materia prima para las propias empresas, pues las acercan con sus clientes y les representan una fuente fidedigna de información que les incentiva ir al punto fino en la mejora de sus servicios y ofertas comerciales.
Ejemplo de ello es la plataforma Soy Usuario, que hasta julio de 2024 había beneficiado 181 mil 304 personas usuarias de servicios de telecomunicaciones que registraron sus inconformidades relacionadas con los servicios de internet, telefonía (fija y móvil) y tv restringida.
A través de este medio electrónico de pre-conciliación, puesto en marcha en 2015 por el IFT, las personas usuarias pueden presentar sus inconformidades, que son enviadas al proveedor de servicios para que éste ofrezca una solución. Si el cliente no está de acuerdo con la atención brindada, puede solicitar la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Una vez que el IFT deje de existir ¿qué dependencia se encargará de Soy Usuario? ¿La plataforma será gestionada directamente por Profeco? ¿Tiene capacidad técnica, humana y económica para desahogar miles de inconformidades, sólo del sector telecomunicaciones? ¿Dejará de existir la pre conciliación?
Se necesita tener una memoria realmente corta y muy mala fe para no reconocer lo que el IFT ha hecho en materia de derechos de las personas. Para muestra, un botón. En 2015, el órgano regulador marcó como tema prioritario la publicación de la Carta de Derechos Mínimos de los Usuarios de los Servicios Públicos de Telecomunicaciones, previstos tanto en la Ley Federal de Protección al Consumidor como en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR).
Sí, estamos hablando de esa ley que quedará derogada en cuanto el Congreso tenga a bien emitir la legislación secundaria derivada de la nueva reforma en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, que entre otras cosas, materializará la extinción del IFT.
Gracias a esta Carta, la portabilidad numérica, el desbloqueo de equipos, la calidad en los servicios, la libertad de elegir al proveedor que mejor convenga, condiciones de contratación claras, justas y equitativas, así como contar con alternativas para presentar denuncias, son derechos reconocidos en ley que deben ser garantizados… la pregunta prevalece: ¿Quién lo hará tras la extinción del IFT y la derogación del marco legal que los establece?
La plataforma Soy Usuario no es el único eslabón en la cadena de proyectos y herramientas que el IFT puso a disposición de las personas usuarias de los servicios de telecomunicaciones, de la industria y la academia.
Por mencionar sólo algunos, hoy existen el “Comparador de Servicios de Telecomunicaciones”, “Conozco Mi Consumo”, el “Comparador de Cobertura Móvil”, “Comparador de Contratos”, “Comparador de equipos terminales móviles”.
También se tiene el “Catálogo de Equipos Homologados”, el “Catálogo de Equipos Móviles Accesibles”, “Simulador de Consumo de Datos”, “Ubica tu CAC”, “Consulta de IMEI”; “Consulta Tu Trámite de Portabilidad” y el “Mapa de Quejas”, entre muchos más.
Todo ello, sin contar la valiosa data que surge de los múltiples análisis comparables de los planes y tarifas de los servicios de telecomunicaciones fijos y móviles, así como de la evolución en el tiempo de esta oferta, cuyos resultados se han integrado en decenas de reportes y documentos que contienen información clave sobre la demanda de las personas usuarias medida a través de, por ejemplo, los patrones de consumo.
Las personas usuarias de servicios de telecomunicaciones merecemos ejercer plenamente nuestros derechos y para ello se requiere una autoridad dispuesta a vigilar que así sea, a través de funcionarios capacitados y eficientes. La moneda está en el aire y sólo con el tiempo sabremos si, en realidad, estamos en el centro de las decisiones del actual gobierno.
C$T-GM