La guerra comercial entre China y Estados Unidos (EUA) continúa en 2019 y aunque no es un conflicto centrado en las telecomunicaciones, toca al sector por el “veto” a las transacciones entre empresas de tecnología.
Huawei es uno de los actores más visibles en esta coyuntura, pero apenas están surgiendo indicios sobre el efecto de las restricciones impuestas desde la Casa Blanca a entidades relacionadas o bajo la jurisdicción de algún “adversario extranjero” (foreign adversary).
Huawei, de los principales fabricantes de equipo de telecomunicaciones y el segundo en smartphones, presentó sus resultados del primer semestre de 2019 que incluyen el segundo trimestre de 2019 (2T19), periodo en el que se presentó la orden ejecutiva de Trump.
Los datos sugieren prestar atención a la evolución del negocio de electrónicos de consumo a lo largo del año, pues de entrada los embarques de smartphones se contrajeron ligeramente en el 2T19 contra el 1T19, pero otros fabricantes también reportaron un comportamiento similar.
Por otro lado, la entrada en vigor del “veto” no ha impedido a Huawei continuar firmando contratos con operadores para desarrollar nuevas redes 5G, lo que sugiere mantener escepticismo hacia la narrativa de una “guerra fría por 5G” como la explicación del veto.
De acuerdo con Huawei, al primer semestre de 2019 tenía 50 contratos con carriers para implementar redes 5G y 150 mil embarques de radiobases. En el 1T19 la empresa había reportado 40 contratos para 5G y envíos de 70 mil radiobases, por lo que se infiere que en el 2T19 agregó por lo menos 10 contratos 5G y 80 mil envíos de radiobases.
Este comportamiento justifica escepticismo hacia comentarios o narrativas sobre un supuesto propósito de la Casa Blanca de detener el involucramiento de Huawei en el desarrollo de redes 5G en su mercado doméstico o en otros.
La división de electrónicos de consumo concentra al primer semestre de 2019 el 55 por ciento de las ventas de Huawei. En ese segmento de la operación se observan algunas señales que vale la pena seguirlas durante 2019. Para Huawei, la suspensión que anunció Google en mayo de 2019 para cumplir con la orden ejecutiva de Trump implica que sus smartphones perderían atractivo en el mercado internacional por quedar excluido de este entorno de software.
Esta suspensión tiene implicaciones a nivel del sistema operativo (actualizaciones de seguridad y retiro de la licencia de Android, aunque con posibilidad de utilizar su versión de código abierto), pero quizás la más importante proviene del entorno de aplicaciones.
De esta manera, al quedar excluidos los equipos Huawei de la tienda de aplicaciones de Google, la hipótesis es que pueden perder atractivo y afectar su negocio de electrónicos de consumo a nivel internacional (los smartphones y equipos Huawei tienen poca presencia en EUA). Además, el veto también puede alterar la provisión de insumos tecnológicos para la fabricación de los equipos, aunque la propia Administración Trump ha dado señales de relajar las restricciones (licencias para permitir la venta de tecnología y servicios).
De acuerdo con firmas de análisis que siguen el segmento de smartphones a nivel global (IDC y Counterpoint Research), Huawei se mantuvo en el 2T19 como la segunda firma del segmento por debajo de Samsung. Pero el dato de interés es que los embarques de Huawei se contrajeron en trimestres consecutivos (2T19 vs 1T19), como muestra la información de Counterpoint Research publicada en el portal Telecoms.com.
En este periodo, Huawei, Apple y los fabricantes agrupados bajo “otros” registraron una contracción en sus envíos de teléfonos, por lo que por ahora estos datos no son concluyentes sobre cómo está afectando el conflicto comercial a esta división de Huawei en particular. Hay otros factores que se deben tomar en cuenta, como la saturación del mercado o el comportamiento de los competidores.
Huawei se mantiene en 2019 como el segundo de las principales marcas (Samsung es el primero y se excluye la categoría “otros” que agrupa a varias marcas) y existe la posibilidad de que el impacto sea moderado. Otra manera de leer esta información es mediante la comparación interanual de los embarques (2T19 vs 2T18), en los que aparece una tasa positiva y de hecho por encima de otros competidores.
Los embarques de teléfonos Huawei crecieron en el 2T19 un 8.0 por ciento comparándolos con el 2T18, mientras que Samsung reportó un incremento de 6.0 por ciento. En ese periodo, Apple, Oppo y las marcas agrupadas como “otros” presentaron tasas negativas.
Al ver la línea de tiempo, parece que Huawei se ha mantenido por ahora, pero también debe tomarse en cuenta el peso de la demanda doméstica (China), como señala IDC, lo que puede introducir “ruido” en la comparación.
Incluso, otros factores que pueden influir son la saturación del mercado y las acciones de los competidores. Por ejemplo, al analizar la serie de tiempo de los embarques provista por Counterpoint Research, se observa que el comportamiento de los embarques de teléfonos de marcas agrupadas como “otros” puede explicar parte de la variación de los envíos de teléfonos Huawei.
Concretamente, y con la información disponible, por cada 10 unidades que se embarcan de las marcas agrupadas como “otros”, Huawei deja de embarcar alrededor de 4 unidades. En México, algunos comentaristas de telecomunicaciones han expuesto una narrativa común (a pesar de que hacen relaciones públicas para empresas rivales) centrada en la teoría de que 5G forma parte de ese conflicto comercial y parte del objetivo es limitar su despliegue en China o en otros países utilizando productos y servicios de empresas de ese país, incluyendo por supuesto a Huawei.
El surgimiento de más información sobre el rendimiento de Huawei debería generar más escepticismo sobre esta interpretación por al menos dos razones.La primera es la propia información de la compañía: la entrada en vigor de las restricciones no le ha impedido continuar firmando contratos para implementar 5G con carriers y continuar con el envío de radiobases, aunque en este último aspecto se debe evaluar el peso del mercado doméstico (China).
Estos segmentos continuaron creciendo a pesar de las medidas de la “guerra comercial”. Además, 5G sigue un proceso de estandarización, de manera que los equipos de red y dispositivos deben cumplir con ciertas especificaciones. No es que Huawei o Nokia desarrollen o “inventen” un 5G propio.
La segunda razón es que algunos elementos de la teoría de la “guerra por 5G” tiene elementos que son muy difíciles de comprobar (o imposibles). Es una narrativa tecnológica a partir de pensamiento más bien supersticioso que sugiere premisas como una nueva “guerra fría” a partir de las telecomunicaciones, o que 5G es parte de una estrategia para que una economía determinada domine en los siguientes años.
Estas teorías ofrecen pocos elementos para medirlas contra evidencia y ponerlas a prueba. En cierta manera, es el equivalente a pagarle a alguien que asegura que puede hacer llover: si llueve se queda con el crédito; si no llueve, inventará alguna explicación (sobre todo para seguir cobrando). La misma información de la compañía da indicios de que la explicación puede ser más simple y cercana al “estilo de negociación” de la Administración Trump: presionar una división cada vez más importante los negocios de una tecnológica como Huawei para incorporarlo como carta en el conflicto comercial con China. Por ahora habrá que aguardar a ver la evolución de los resultados de la compañía el resto de 2019 junto con las tensiones comerciales entre China y EUA.
C$T-EVP