¿Ustedes ya tramitan su licencia de conducir 100 por ciento en línea y la reciben en su casa o la usan en formato digital en su smartphone?
¡No me digan que el pasaporte tampoco!
Bueno pues no me lo tomen a mal, pero por más que queramos hacerlo no podemos porque en México eso es cosa de la imaginación, un escenario casi futurista.
Muchos gobiernos locales o el federal presumen que han digitalizado muchos trámites, pero seamos claros: se trata de trámites básicos y otros que aunque dicen que es digital, son más bien una opción de hacer sólo la cita o el pago en línea para acudir después a la ventanilla física.
Recientemente me tocó renovar la licencia de conducir en Ciudad de México. Pude realizar el pago en línea y hacer cita, pero de nada sirvió porque de cualquier modo tuve que esperar 30 minutos (afuera de la oficina de la Tesorería del Gobierno local, sin cuidados de sana distancia debido a la falta de organización de la dependencia) para después entrar y pasar otros 25 minutos en lo que entregué el comprobante de pago, el de domicilio, verificación de mis datos personales, toma de la fotografía, mi firma y la impresión de la credencial.
Pero por ejemplo, ¿para qué piden el comprobante de pago impreso, si se supone que el receptor es el mismo gobierno local? ¡Esos datos ya los tienen!
Bueno, pues ese tipo de duplicidades se deben a que los gobiernos y sus instituciones no tienen sus sistemas y bases de datos correlacionadas, con soluciones de big data o machine learning para poder eficientar los trámites al hacerlos 100 por ciento digitales. La información está desperdigada, sin estructurar, como dicen los expertos.
Esta misma semana Emiliano Calderón, coordinador de la Estrategia Digital Nacional, aceptó que en el caso del gobierno federal no existe eficiencia en los trámites, que por cierto, a ese nivel existen 5 mil 400, por lo que desarrollarán un expediente ciudadano digital.
Con ello intentarán reducir la tramitología, pues evitarán solicitar tu acta de nacimiento, CURP, RFC o cualquier documento que sea emitido por el propio gobierno federal, cuando realices un trámite con ellos porque se supone que son datos que ya tienen.
Sin duda será un avance, pero a estas alturas del desarrollo tecnológico cuando se habla de 5G, inteligencia artificial, big data, internet de las cosas, ciudades inteligentes, etcétera, en México esperaríamos que ya existiera el expediente clínico electrónico, el pasaporte digital, o cualquier otro trámite 100 por ciento en línea (aunque no sólo se trata de adopción tecnológica, sino también de adecuar legislaciones).
La administración de Andrés Manuel López Obrador y autoridades locales deben abrir los ojos y considerar que la digitalización empata con objetivos que considera primordiales, como la austeridad y el combate contra la corrupción.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, en su estudio “El Fin del Trámite Eterno: ciudadanos, burocracia y gobierno digital”, los trámites digitales agilizarían 74 por ciento el proceso, costarían 5.0 por ciento menos de lo que cuestan de manera presencial y sobre todo, son menos vulnerables a la corrupción.
Por cierto, no hay que perder de vista que todo lo anterior está intrínsecamente relacionado con la conectividad, pues del lado del ciudadano es primordial que tenga acceso a internet o de lo contrario los trámites en línea no serían cuestión de la imaginación, sino de privilegio.
Lo que preocupa es que funcionarios como el coordinador de la Estrategia Digital Nacional comente que en el tema de cobertura y acceso en México lo platicará (apenas) con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) porque es un tema “delicado y grande”.
Como ciudadanos, exijamos un México conectado y digitalizado que no sea sólo parte de nuestra imaginación.
C$T-GM