De acuerdo con la Asociación Mexicana de Resiliencia (AMERSE), la resiliencia en las personas es la capacidad de superar los eventos adversos y ser capaces de continuar un desarrollo exitoso a pesar de las circunstancias que se les presentan.
Dicho de otra manera, es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, ante toda clase de eventos desfavorables: pérdidas (muerte de los padres, hijos, hermanos, etc.), un trauma, una tragedia, una amenaza, problemas familiares o de relaciones, problemas serios de salud o factores estresantes del trabajo o financieros.
En nuestras sociedades globales, donde los humanos estamos inmersos en la transformación tecnológica, resulta interesante observar nuestra capacidad resiliente como seres ordinarios que pasamos gran parte de nuestro tiempo conectándonos y desconectándonos de diferentes fuentes de información, llenando nuestros cerebros de un número incalculable de datos.
Partiendo de este contexto, cabe plantearnos la siguiente pregunta:
-¿Puede la tecnología hacernos más resilientes?
La gente generalmente con el tiempo logra adaptarse a las situaciones que cambian dramáticamente su vida y aumentan su tensión, pero ¿qué les permite adaptarse?: haber desarrollado resiliencia, un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y que compromete a las personas a tomar una serie de pasos.
Cuando transites por esos momentos de gran adversidad busca el apoyo en la familia, los amigos. Muchos estudios demuestran que el factor más importante en la resiliencia es tener relaciones de cariño y sostén dentro y fuera de la familia.
Recuerda que los individuos “resilientes” se destacan por poseer un alto nivel de competencia en distintas áreas, ya sea intelectual, emocional, buenos estilos de enfrentamiento, motivación al logro autosugestionado, autoestima elevada, sentimientos de esperanza, autonomía e independencia, entre otras.
Y con apoyo de las nuevas tecnologías, te recomendamos construir una buena estrategia que puede incluir los siguientes pasos:
• La determinación en la consecución de metas
• La autoestima
• El “optimismo inteligente”
• La capacidad para relacionarnos
• Agilidad de respuesta
Ciertamente el uso del chat o las redes sociales para relacionarte y compartir, así como el uso de apps para motivarte y capacitarte sobre los temas que necesites reforzar no te harán en automático un ser más resiliente, pero sí serán un buen apoyo para construir tu propia estrategia y salir delante.
C$T-EVP
