La transición hacia un entorno de redes basadas completamente en IP generalmente se acompaña con promesas de servicios innovadores. Esta narrativa puede resultar atractiva dentro del ámbito tecnológico, pero no debe ignorarse el potencial de convergencia tecnológica que ofrece este nuevo contexto.
Dentro de los próximos meses, los proveedores de servicios de telecomunicaciones en México y América Latina lanzarán ofertas de servicios que aparentan a simple vista ser una nueva versión de “viejos servicios” como voz o contenidos audiovisuales, pero que al ser distribuidos sobre Internet resuelven algunos problemas tanto de las redes como de nuevos perfiles de consumidores.
La voz móvil será quizás la que vea la primera oferta de este tipo en México con Voz sobre LTE (VoLTE) y Voz sobre WiFi (VoWiFi). Estas modalidades ya son palpables en algunas de las principales ciudades de Estados Unidos, pero también en algunas áreas de Colombia. Aunque a simple vista parecen ser muy similares, como soluciones tecnológicas cumplen roles distintos.
Recientemente la organización de la industria de telecomunicaciones inalámbricas 5G Americas publicó una infografía que resume las ventajas de VoLTE como el siguiente paso en la evolución de la telefonía celular.
Como indica el gráfico de la asociación, el servicio de voz busca trasladarse a las redes LTE, reduciendo el uso de redes 2G y 3G para telefonía.
Evidentemente al ser introducidas las redes LTE se presentan como una mejora notable en el ámbito del servicio de datos. Sin embargo, la integración de VoLTE es uno de los pasos anticipados en la adopción de estas redes.
Además de las ventajas hacia el consumidor como voz en alta definición, VoLTE resuelve algunos problemas de la industria de telecomunicaciones inalámbricas. Además de reducir el uso de las redes conmutadas para telefonía móvil, VoLTE permite un uso más eficiente de los recursos de la red, pues las comunicaciones de este tipo permiten usar menores anchos de banda que los servicios de voz sobre IP provistos por aplicaciones OTT (Over the Top), como Skype.
Con el “apagón” eventual de redes más antiguas como 2G o 3G se puede “liberar” capacidad de espectro para poder ampliar la capacidad para redes LTE.
VoWiFi atiende otros problemas en el ámbito de las redes celulares, como la continuidad del servicio de voz móvil en áreas en donde exista cobertura o penetración deficiente de las redes móviles.
Debido a que los puntos de conexión WiFi pueden ser habilitados mediante accesos fijos como DSL, cable o fibra óptica, VoWiFi es una medida que puede ser aprovechada para garantizar la continuidad del servicio de voz, pero también para descargar tráfico de redes móviles en redes fijas.
Una clara ventaja de VoWiFi es la adopción entre los usuarios, quienes ya utilizan estos puntos de acceso para usar servicios de voz sobre IP ofrecidos por diferentes aplicaciones como WhatsApp o Viber.
Es decir, la adopción de banda ancha móvil es complementada desde el usuario al buscar puntos de acceso WiFi para no rebasar la capacidad de datos estipulada en su plan y consumir contenidos o establecer comunicaciones sobre Internet. Para los operadores móviles esto permite reducir la saturación en redes celulares.
De esta manera, VoLTE y VoWiFi pueden aparentar ser una nueva versión de un “viejo servicio” cuya finalidad es permitir establecer comunicaciones de voz. Sin embargo, sus implicaciones son amplias en el sector de tecnologías móviles por permitir un uso más eficiente de las redes, maneras de descargar tráfico y contar con servicios brindados con Calidad de Servicio (QoS).
Entre los desafíos para la adopción de estos servicios está que la población pueda costear las terminales compatibles no sólo con redes LTE, sino que tengan integración con VoLTE y VoWiFi.
La televisión por suscripción también recibirá eventualmente una renovación, y aunque ya existen plataformas en México que operan IPTV, son los esquemas de oferta comercial los que pueden ver el cambio más significativo.
En México se ha mantenido cierta fijación con la idea de que el doble o triple play es el valor agregado de un operador de servicios fijos. Pero en un contexto en el que Internet se adopta como una plataforma para contenidos, la televisión puede pasar a segundo término como un servicio a contratar.
La idea de cuántos servicios es posible empaquetar en una misma factura puede quedar desplazada por esquemas más cercanos hacia las ventajas de la programación on demand. En este espacio de opinión se argumentaba anteriormente que la capacidad del paquete de servicios de telecomunicaciones y no su cantidad era una tendencia emergente.
En Estados Unidos, AT&T lanzó un paquete que permite a los usuarios de AT&T que contraten DirecTV tener datos móviles “ilimitados”. Recientemente esta compañía anunció el siguiente paso en la integración de DirecTV como una pieza clave de su evolución hacia un actor destacado en contenidos con “DirecTV No” (por cierto, nombre bastante parecido a HBO Now).
Aunque no se conocen los detalles finales, AT&T lanzará un servicio de suscripción a contenidos transmitidos sobre Internet basada en la oferta de DirecTV. Si bien uno de los movimientos naturales de los operadores es lanzar su aplicación OTT de video, no todos los esquemas deben parecerse a Netflix, o estar sujetos a la contratación de plataformas como cable o satélite.
En el caso de AT&T, esta propuesta buscará atraer a los “cord cutters”, es decir, a quienes buscan desconectarse de suscripciones de televisión de paga. Al ofrecer una oferta de alrededor de 100 canales de programación y diferentes paquetes, AT&T buscará beneficiarse de la tendencia de los usuarios de adoptar sistemas de contenidos audiovisuales distribuidos sobre Internet y a varios tipos de pantalla, desde televisores conectados hasta smartphones.
Esta estrategia buscará primeramente a los usuarios de AT&T, por lo que un beneficio que también se busca es atraer a nuevos usuarios al “entorno” de AT&T. Esto tiene el potencial de consolidar a AT&T en Estados Unidos no sólo como un operador de servicios, sino de entretenimiento aprovechando Internet y tendencias como el streaming de video bajo demanda o incluso en vivo.
Internet aparece como un diferenciador del enfoque de dobles, triples o cuádruples play. Las redes basadas en IP no sólo son “agregadores” de servicios, pues representan una oportunidad de mejorar servicios pensados como “viejos” como la voz o la televisión por suscripción pero que pueden convertirse en ofertas innovadoras al aprovechar condiciones de mayor capacidad, flexibilidad y movilidad.
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