Congreso de la CDMX analiza iniciativa de ley.
La difusión de contenido íntimo sin consentimiento, el uso de datos personales para promocionar contenido sexual y la invasión a la privacidad; no es porno, ni es venganza, es violencia digital y debe considerarse un delito.
El contenido íntimo de mujeres y niñas no autorizado alimenta en buena medida un mercado, que en 2017 y sólo en la Ciudad de México, se comercializó a través de al menos mil 409 espacios virtuales donde por sólo 10 y hasta 500 pesos se consiguen los llamados packs.
Estos paquetes de fotografías y videos, obtenidos de celulares robados, cámaras colocadas en hoteles o enviados por terceras personas, son difundidos y vendidos sin que la víctima lo sepa. Incluso, hay casos en los que mujeres y niñas son captadas en lugares públicos para luego ser “ofrecidas” virtualmente.
El Congreso de la Ciudad de México debe avanzar en reconocer, castigar y visibilizar la violencia digital. Debemos ser claros: Lo virtual, es real.
El pasado 5 de febrero, se presentó en el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona una fracción al artículo 7 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Distrito Federal y por el que se reforman los artículos 179, 188 Bis y 209 del Código Penal local.
Distintas fracciones parlamentarias del Congreso de la Ciudad de México se manifestaron a favor de la reforma al Código Penal y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Distrito Federal, por lo que la iniciativa fue turnada para su análisis y dictamen a las Comisiones de Administración y Procuración de Justicia, e Igualdad de Género.
Un antecedente de la también llamada “Ley Olimpia” es el que se registró en diciembre de 2018 cuando el Congreso de Puebla aprobó el dictamen que reforma el Código Penal del estado en lo relacionado a la tipificación de delitos de Violación contra la Intimidad Sexual, con lo cual se sancionará con penas que van de tres hasta seis años de prisión a quien obtenga y/o difunda los denominados “pack”; es decir, imágenes y videos íntimos sin consentimiento del titular.
Esta acción legislativa se impulsó gracias a que la hoy activista e integrante del Frente Nacional por la Sororidad, Olimpia Coral Melo Cruz, contó la historia en primera persona, pues fue víctima de la difusión de un video íntimo que se viralizó en mercados digitales de explotación sexual.
“Cuando Olimpia decidió denunciar tuvo que soportar que en el Ministerio Público le pidieran ver el video sexual ‘como parte de prueba’, como si eso le garantizara acceso a la justicia, pero al no haber delito por cual castigar el hecho, solo regresó a casa a esconderse como si su cuerpo y vida privada fuesen un crimen”, refiere la iniciativa presentada en el Congreso de la Ciudad de México.
C$T-GM