Durante 2014 y 2015 el proceso de transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) en México vio opiniones que aseguraban que sería imposible concretar este proceso por el requisito de entregar a tiempo dispositivos digitales a hogares de bajo recursos. No obstante, el apagón analógico se realizó con éxito el 31 de diciembre de 2015 en los términos marcados por la ley.
Más que una etapa, la transición a la TDT es parte de un proceso para reordenar el espectro radioeléctrico con la finalidad de asignar más capacidad a las telecomunicaciones inalámbricas como la banda ancha, pero dando continuidad a la televisión “abierta”.
Con el cumplimiento del apagón analógico es pertinente enfocarse en temas posteriores al apagón. En esta colaboración sólo se abordará uno: el segundo dividendo digital. Conceptualmente, el apagón analógico permite obtener el primer dividendo digital que en este caso son las frecuencias de la banda de 700 MHz, aunque en México no todas las concesiones de TV analógica estaban en esta banda.
El fin de las transmisiones analógicas de TV permite que las frecuencias asignadas originalmente a estos canales se aprovechen para servicios inalámbricos de telecomunicaciones. Concretamente en México la constitución ordena la creación del proyecto de la red compartida mayorista que hemos abordado en colaboraciones previas para Con$umoCuidado.
El segundo dividendo digital comprende la reorganización de las licencias de TV abierta que ahora sólo transmiten TDT en esta etapa. En el caso de México se busca un esquema que en términos generales reubique las concesiones de TDT por debajo del canal 37 para permitir el uso de la banda de 600 MHz (concretamente 614-698 MHz) para telecomunicaciones inalámbricas como muestra el siguiente esquema:
En un documento de acceso libre (http://telconomia.com/el-segundo-dividendo-digital-y-la-banda-de-600-mhz-en-mexico) Telconomia y Jentel.Mx abordamos en conjunto los retos del segundo dividendo digital en América del Norte, dado que Estados Unidos (EU) ejecutará en 2016 un mecanismo para estos fines. En México este proceso no ocurrirá antes de 2018 y probablemente tomará elementos del esquema norteamericano para permitir el reordenamiento.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Comunicaciones de EU (FCC) han intercambiado cartas que apuntan a la armonización de licencias de TV en zonas fronterizas para permitir la viabilidad de los procesos del segundo dividendo digital minimizando los riesgos de interferencias no deseadas.
Así, en EU se llevará a cabo en 2016 una “subasta de incentivos” (subasta inversa) por el que el regulador ofrecerá montos económicos a manera de indemnización para incentivar la migración de licencias en 600 MHz. La subasta de estos bloques entre los operadores móviles permitirá obtener ingresos para solventar estos pagos. ¿Qué elementos de este proceso se tomarán para la ruta en México? Un propósito de año nuevo para las voces de la industria en México puede ser abordar esa pregunta.
Desde luego, antes de generar entusiasmo por el segundo dividendo digital como una apuesta a futuro, en México permanece el reto de migrar a la TDT aquellas estaciones que por ley pueden seguir transmitiendo temporalmente señales analógicas. Estas son las estaciones de bajo poder (definidas en el artículo décimo noveno transitorio de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión), así como las televisoras públicas que no concretaron su transición a la TDT a finales de 2015. Este esquema no es particular de México y en EU se tuvo un plazo similar para estaciones de bajo poder.
Técnicamente este plazo auxiliar permitirá completar la digitalización entera del parque de estaciones, pero en términos del dividendo digital, al no estar en frecuencias de 700 MHz no interfieren con el desarrollo de servicios en esta banda.
Para aprovechar las frecuencias a 600 MHz a futuro será interesante observar el mecanismo elegido para estructurar el reacomodo de las licencias de TDT y cómo puede diferir o coincidir con la experiencia que tendrá EU en 2016. Vale la pena recordar que el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias mexicano ya atribuye la banda 615-698 MHz al servicio móvil a título primario, es decir, a futuro ese será el uso principal de dichas frecuencias.
Si bien en términos regulatorios ese es el “mapa” para la televisión “abierta” en México luego del apagón, no debe ignorarse la dimensión de los contenidos. Es decir, la TDT no es la única pantalla por la que se consumen.
La digitalización de la TV en México permite que la concesión de nuevas frecuencias de TDT como las que operará Cadena Tres materialice la entrada de nuevos competidores. A su vez, estos concesionarios tendrán acceso a la multiprogramación, que puede incentivar la segmentación de contenido o la generación de más programación.
Por otro lado, el incremento en la penetración de TV de paga y el uso más difundido de plataformas de video sobre Internet (no todas por suscripción pagada) no sólo involucran una diversificación de contenidos accesibles a la audiencia, sino a los comportamientos relacionados al consumo, como la preferencia por programación no lineal. Estas dos dimensiones, diversidad y comportamiento, son factores relevantes para el futuro de la TDT.
C$C-EVP