La Suprema Corte de Justicia reafirmó ayer la suspensión del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut), que recopilaría nuestros datos biométricos, tras una controversia constitucional interpuesta por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y sí, esa es una buena noticia porque por lo menos sabemos que el gobierno no tendrá, por ahora, más datos nuestros sensibles.
Pero le tengo noticias: muchas empresas, incluidas algunas de telecomunicaciones, bancos y hasta plataformas de comercio electrónico comenzaron ya desde hace algún tiempo a recopilar nuestros datos biométricos.
Es aquí en dónde le pregunto, ¿con quién se siente más seguro para que maneje sus datos personales, entre ellos las huellas dactilares o el rostro, con el gobierno o con las empresas privadas?
La verdad es que yo respondería que con ninguno de los dos, aunque la recopilación de los datos biométricos es algo que será cada vez más común y prácticamente inevitable.
Recientemente solicité una tarjeta de crédito a un banco muy famoso, ese al que aún le decimos Bancomer aunque ya no se llame así. Bueno, hice mi solicitud en línea y al llenar la forma, uno de los requisitos fue aceptar la toma de una fotografía de mi rostro y enviarla al banco.
Sí estoy guapo 🤓, pero ese no es el verdadero motivo por el cual el banco me pidió una selfie, sino para tener en su base guardada mi información biométrica, que por cierto, cuando acudí a ventanilla a qué me entregaran mi NIP, también me tomaron lectura de la huella dactilar y me hicieron firmar un acuerdo de conformidad para que consultaran la base de datos del Instituto Nacional Electoral (INE) para cotejar.
Bueno, pues no creo ser el único de quien alguna empresa privada ya tiene sus datos biométricos, y tampoco BBVA es la única que los recopila.
Y hablando del INE, déjeme contarle lo siguiente por si no lo sabía. Recientemente tuve la oportunidad de entrevistar para DPL News a Mauricio Torres, director de Operaciones de la empresa mexicana IQSEC, quien reveló que han estado trabajando con el Instituto que preside Lorenzo Córdova para instalar un sistema de validación facial para que empresas como los bancos puedan cotejar y validar el rostro de sus clientes con las fotos de la credencial de elector.
Este sistema aún está en etapa de prueba, pero en los próximos días o meses veremos el anuncio oficial por parte del Instituto, que por cierto, ya ofrece este servicio de validación con nuestras huellas dactilares, justo lo que hizo BBVA al hacerme firmar el acuerdo de conformidad que les conté en los párrafos anteriores, pero ahora será el comparativo con nuestros rostros.
El Panaut había sido encargado al IFT y éste argumentó no tener los recursos ni económicos ni humanos para poder crear y manejar una base de datos de tal complejidad, pues hoy en día hay alrededor de 126 millones de líneas móviles en México, pero insisto, desde otros frentes ya están recopilando nuestra información.
Lo preocupante es que no es para nadie desconocido que los bancos ya han sido blanco de ataques exitosos en los que los ciberdelincuentes roban la información de sus clientes. Lo mismo ocurrió con el antiguo RENAUT, también registro de usuarios de celulares que hasta fue puesto a la venta en internet y en Tepito por 500 pesos. Y también ha ocurrido eso hasta con la propia base de datos del Instituto Nacional Electoral.
Por eso, antes de que el gobierno piense en crear otra base de datos con información biométrica, es necesario que refuerce la seguridad de nuestra identidad a través de una estrategia nacional de ciberseguridad y lineamientos tanto para instituciones públicas como para privadas. Sí, hoy tenemos una Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, pero más vale reforzar, aunque eso no parece ser el objetivo de nuestras autoridades federales, ¿no lo cree usted así?
C$T-GM