Disfrazarlas de sentido del humor es contribuir a su normalización.
Cuando se habla de la relación adolescentes-redes sociales, los padres, profesores y la industria misma suelen expresar preocupación por fenómenos como el ciberbullying, la depresión y el apego excesivo; sin embargo, es necesario poner la lupa en un elemento, que de tan presente que está, casi se nos olvida que existe.
Hablo de las expresiones de odio en contra de una persona o grupo con base en su raza, religión, nacionalidad, género, orientación sexual y discapacidad.
Un reciente estudio de Common Sense Media reveló que mientras sólo 13 por ciento de los adolescentes entrevistados en Estados Unidos afirmó haber sido víctima de acoso cibernético, casi dos tercios dice que de manera frecuente se encuentra con contenidos, comentarios y conversaciones con agresiones de este tipo.
Tolerar las expresiones de odio en los espacios socio-digitales, compartirlas, darle “Me gusta” y disfrazarlas de sentido del humor es contribuir a su normalización. Si queremos un mundo digital menos tóxico, debemos empezar por ahí.
C$T-GM