La subasta de la banda de 600 MHz en Estados Unidos ha cumplido con los requisitos recaudatorios para concluir en su cuarta etapa. Las televisoras fijaron para esta etapa el precio de compensación por el espectro casi 90 por ciento menor al de la primera etapa, mientras que la oferta agregada de los operadores de telecomunicaciones se mantuvo relativamente estable, pero compitiendo por menos espectro, lo que implica también una apreciación de este recurso.
Esta subasta emplea un mecanismo complejo en el que se busca equilibrar un costo de despeje de frecuencias de televisión fijado por estos concesionarios con una subasta descendente con lo que los operadores de telecomunicaciones están dispuestos a pagar por la banda de 600 MHz en una subasta ascendente.
En este concurso, cada “etapa” representa esencialmente una cantidad determinada de bloques de espectro disponible con un precio de despeje fijado por los teledifusores que debe ser superada por la oferta agregada en las rondas ascendentes por empresas de telecomunicaciones.
Además de este criterio general, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) estableció que el precio promedio del MHz por habitante (precio MHz-Pop) debe alcanzar por lo menos 1.25 dólares MHz-Pop en los 40 principales mercados en ese país.
En la cuarta etapa se consiguieron estos objetivos y se espera que las rondas de la subasta ascendente concluyan en las próximas semanas.
Al momento en el que se escribe este artículo, la cuarta etapa representa un despeje de 84 MHz o 7 bloques de 10 MHz a adjudicar. El costo de despeje establecido por los teledifusores es de más de 10 mil 053 millones de dólares con una oferta agregada de los operadores de 18 mil 299 millones en la tercera ronda de esta etapa.
Se espera que la competencia por el espectro disponible impulse la recaudación final a más de 20 mil millones de dólares.
Las expectativas de esta subasta han sido variables. Desde antes de iniciar el concurso, algunos análisis más optimistas indicaban que la disponibilidad de más espectro bajo 1 GHz alentaría una competencia más aguda y una recaudación de entre 60 mil millones y 80 mil millones de dólares, es decir, mucho más del “récord” obtenido por la subasta de la banda AWS-3 en 2014-2015 que superó los 40 mil millones de dólares.
Otros pronósticos, notablemente el de Barclays, sugería mayor cautela, manteniendo un umbral como 60 mil millones figuraría más bien como un techo y no un piso de la subasta. Evidentemente esta opinión fue más cercana a lo que se observa en la subasta tras cuatro etapas.
Algunos de los argumentos de este tipo de pronósticos se centraron en que los competidores como AT&T y Verizon podrían tener un interés menor que el esperado en este espectro, entendiendo que cuentan con concesiones en bandas por debajo de 1 GHz.
Además, la banda de 600 MHz no generaría retornos en el corto plazo por falta de un ecosistema de terminales y la subasta incluye reglas como una reserva de espectro de 30 MHz y criterios de acumulación que podían atenuar la competencia por bloques.
Las percepciones también contaron con su nivel de politización. Tom Wheeler, cabeza de la FCC, contemplaba una “extravagancia de espectro” sobre esta banda, mientras que la Asociación Nacional de Radiodifusores (NAB, por sus siglas en inglés), aprovechó para lanzar un “gancho” a la FCC por los resultados de la primera etapa implicando que la participación había sido “modesta” y cuestionando la carestía de espectro como un argumento en políticas públicas sobre este recurso.
La información disponible indica que, en efecto, el espectro se ha apreciado pues aunque la oferta agregada de las empresas de telecomunicaciones en la subasta se mantiene alrededor de los 20 mil millones de dólares, se está pagando esa cantidad por menos espectro (30 por ciento menos espectro en la etapa 4 que en la etapa 1).
Se espera que estos niveles generen una recaudación final sobre lo obtenido por la banda de 700 MHz en este país, pero debajo de los niveles de la subasta AWS-3.
Las televisoras, en cambio, aceptaron en la subasta descendente para la ronda 4 una compensación que es apenas el 12 por ciento del objetivo de la ronda 1, apenas superando los 10 mil millones de dólares.
Los resultados definitivos de este proceso de adjudicación darán más información sobre cómo se comportaron los participantes luego del anuncio de cumplimiento de objetivos de recaudación y con respecto a sus propias condiciones financieras y operativas.
Otro elemento analítico será el rol de reglas como el espectro reservado y topes de acumulación del mismo para este concurso. En el ámbito de la radiodifusión, también será relevante observar quiénes fueron los agentes que aceptaron un nivel de compensación pronunciadamente más bajo que el que se tenía en la primera etapa.
Este proceso deja algunas lecciones para las próximas administraciones que contemplan el segundo dividendo digital. México y Canadá serán los siguientes países en América del Norte en diseñar procesos de subasta de la banda 600 MHz y en el resto del continente, Belice contempla el uso de este espectro, en Argentina se ha mostrado interés por la banda y en Colombia se consulta la atribución de la banda para servicios móviles a título primario.
Entre el aprendizaje destaca que el proceso para reorganizar las licencias de televisión y despejar la banda de 600 MHz puede ser prolongado y costoso, lo que convierte a los reguladores en actores centrales en un proceso donde deben traer a la mesa a los agentes de radiodifusión y las telecomunicaciones.
Así mismo, el espectro bajo 1 GHz no necesariamente garantiza recaudación récord mientras no se tenga un ecosistema de dispositivos y los recursos de los operadores estén contemplados para cubrir áreas como el pago de más licencias de espectro, inversión en nuevas redes o su modernización, e incluso la adquisición de otras compañías.
C$T-EVP