Incorporación de las TIC en sectores productivos, es clave.
El progreso de América Latina será digital, o no será. Con esta afirmación la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet) obliga a repensar lo que los gobiernos de la región, las empresas y los propios usuarios estamos haciendo para avanzar en un nuevo contexto.
El panorama es poco halagueño: Se estima que en el periodo 2018-2027, el PIB regional crecerá por debajo del 3.0 por ciento; América Latina, es además, la parte del mundo que menos incremento ha visto en su productividad en los últimos 20 años.
La revolución económica que necesita la región, dicen los especialistas, sólo será posible con la incorporación intensiva de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en todos los sectores productivos.
Si queremos salir del rezago, es fundamental digitalizar procesos, favorecer el emprendimiento y la innovación, incrementar la eficiencia y transparencia de los gobiernos, y sobre todo, lograr el acceso equitativo a la sociedad del conocimiento. El camino es largo, y se debe empezar ya.
En el documento “Las telecomunicaciones, un aliado estratégico para el desarrollo de América Latina”, la Asiet refiere que los factores que permitieron el alto crecimiento en los años anteriores se han debilitado: la demanda internacional de los productos ya no crece a la misma velocidad, los niveles de inversión se han estabilizado y se ralentiza la incorporación de personas al mercado de trabajo.
“En 2017 el crecimiento del PIB apenas superó el 1.0 por ciento, lejos de las tasas mayores al 3.0 por ciento de la década anterior. La previsión del Banco Mundial para el periodo 2018-2027 es que América Latina crezca 2.4 por ciento anual. Un crecimiento por debajo del 3.0 por ciento no nos permite avanzar hacia el primer mundo, mejorar la calidad de vida de la población, progresar. Es urgente volver a crecer, y ello depende críticamente de nuestra capacidad para avanzar en eficiencia y productividad, de hacer más con los mismos recursos”.
Pese a los avances registrados en términos de infraestructura, servicios y cobertura, ASIET considera que aún existen importantes desafíos relacionados con el cierre de las brechas digitales entre los países de la región, al interior de las naciones, entre la población urbana y la rural, entre hombres y mujeres, entre los jóvenes y nuestros mayores.
Por ello es fundamental desarrollar una infraestructura de conectividad capaz de sostener las necesidades actuales y futuras de la transformación económica que estamos viviendo, pues para 2021 el tráfico sobre las redes móviles será 111 veces el tráfico total generado en 2011.
En este contexto, la ASIET ve necesaria una nueva generación de políticas públicas para favorecer las inversiones en la era de la convergencia; para lo cual resulta ineludible repensar los principios que sustentan los esquemas normativos vigentes.
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