Las elecciones federales de 2025 en México marcan un hito sin precedentes: por primera vez en la historia del país, la ciudadanía podrá elegir de forma directa a jueces y magistrados del Poder Judicial. Esta apertura representa un giro profundo en la configuración institucional del Estado, con implicaciones directas en la rendición de cuentas y el acceso a la justicia.
Este proceso electoral abre la puerta a una justicia más cercana a la ciudadanía, aunque no exenta de tensiones políticas y desafíos técnicos. A ello se suma que, un día después —el 2 de junio— se celebrarán también elecciones en Veracruz y Durango, lo que convierte este momento en una prueba de fuego para el sistema electoral mexicano y sus capacidades logísticas, jurídicas y tecnológicas.
El panorama de ciberseguridad en el proceso electoral.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha implementado medidas para fortalecer la ciberseguridad en los procesos electorales. En su Sesión Extraordinaria del Consejo General del 13 de marzo de 2025 , se presentó un informe sobre capacitación y sensibilización en materia de transparencia, acceso a la información y protección de datos personales que fuera dictado para capacitar a funcionarios y funcionarias de diferentes unidades de trabajo del Estado Mexicano.
Además, el INE construyó un Centro de Ciberdefensa para proteger los datos personales de los ciudadanos y prevenir ataques cibernéticos que puedan afectar la integridad de la información electoral. Sería deseable que este esfuerzo continúe fortaleciéndose, asegurando su operación sostenida en beneficio de la seguridad y confianza en los procesos democráticos.
Estas acciones por parte del INE forman parte de un ecosistema más amplio de protección digital, donde distintas instituciones del Estado mexicano trabajan de forma complementaria para resguardar la infraestructura crítica del país. La articulación entre esfuerzos electorales y capacidades nacionales de ciberseguridad es clave para consolidar una defensa integral frente a amenazas cada vez más sofisticadas.
Respecto al marco institucional en materia de ciberseguridad en México, destacan organismos clave encargados de la protección del ciberespacio nacional. El Centro de Respuesta a Incidentes Cibernéticos de la Guardia Nacional (CERT-MX) opera como el principal punto de contacto y coordinación ante incidentes que afectan infraestructuras críticas de información, con capacidades técnicas en análisis forense digital y alertamiento ciudadano.
Por su parte, el Equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática de la Secretaría de la Defensa Nacional (CSIRT-SEDENAMX) desempeña un rol estratégico en la defensa de activos informáticos sensibles, marcando su labor dentro de la gobernanza militar del ciberespacio.
Manipulación informativa: la amenaza intangible.
La desinformación se ha convertido en una herramienta poderosa para influir en la opinión pública durante los procesos electorales. En respuesta, el INE ha lanzado el proyecto “Certeza 2025” , una iniciativa multidisciplinaria destinada a combatir la desinformación acciones mediante de comunicación en redes sociales y medios digitales, ofreciendo a la ciudadanía información verificada y oportuna.
Además, el uso de inteligencia artificial en las campañas ha permitido la creación y difusión de contenido desinformativo de manera más sofisticada, incluyendo el uso de deepfakes para manipular imágenes y videos con fines políticos.
Esta evolución tecnológica complica la trazabilidad de los mensajes y la identificación de actores maliciosos. La capacidad de segmentación precisa y la automatización de campañas polarizantes debilitan el diálogo público e intensifican la fragmentación del electorado.
Frente a este escenario, se impone la urgencia de fortalecer los marcos regulatorios y las capacidades institucionales, sin renunciar a los principios fundamentales de libertad de expresión y participación política.
La privacidad ciudadana: una frontera vulnerable.
La protección de los datos personales es otro frente delicado. La creciente digitalización de los procesos electorales implica la recopilación y almacenamiento masivo de información sensible, lo que incrementa el riesgo de vulnerabilidades a la privacidad.
Desde padrones hasta bases de datos biométricos, el valor de estos activos para actores maliciosos —incluidos gobiernos extranjeros y redes criminales— convierte su protección en un imperativo estratégico.
¿Están listas las autoridades y plataformas digitales?
A pesar de los esfuerzos del INE y otras instituciones, persisten desafíos significativos. La falta de una legislación actualizada en materia de ciberseguridad y el manejo ético y legal de la inteligencia artificial ha sido señalada como una debilidad estructural en la preparación del país.
La Gaceta Políticas de la UNAM ha subrayado la necesidad de una ley integral que defina responsabilidades, establezca mecanismos de control y contemple sanciones claras ante el uso indebido de tecnologías digitales, especialmente durante procesos electorales donde está en juego la voluntad popular.
Además, la colaboración internacional y la alfabetización digital de la ciudadanía resultan esenciales para contener los efectos nocivos de los deepfakes, los bots y otras formas de manipulación computacional. Países con mayor experiencia han comenzado a regular el contenido sintético en campañas políticas; México debe observar estos precedentes y actuar en consecuencia.
Democracia digital: entre el algoritmo y la urna.
Las elecciones de 2025 no solo serán recordadas por la incorporación de cargos del Poder Judicial al voto popular. También quedarán marcadas por los retos que plantea el nuevo ecosistema digital: ciberseguridad, integridad informativa y protección de datos personales.
Aunque se han tomado medidas relevantes, es evidente que aún se requiere una acción más coordinada y proactiva por parte de las autoridades, las plataformas tecnológicas y la sociedad civil.
Legislar ya no es una aspiración futurista: es una necesidad impostergable. Porque hoy, la democracia no solo se defiende en las urnas, sino también en los servidores, el código fuente y la batalla por la verdad.
C$T-GM