La portabilidad numérica y eliminar barreras técnicas para el uso de la Red Compartida fueron dos argumentos que se utilizaron para justiciar la norma que obliga a comercializar únicamente smartphones LTE compatibles con la banda 28 (B28, correspondiente al plan APT 700 MHz).
Los operadores comercializan la mayoría de los teléfonos en el país y no podrán usar este factor para desplazar a competidores que utilicen la Red Compartida.
El análisis de impacto regulatorio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) menciona que el costo de un usuario al portarse a otra red aumenta si requiere un cambio de equipo porque el que posee no es compatible con la red receptora. Esto puede desincentivar a usuarios que buscan cambiar de proveedor, pero también impacta a la oferta.
El análisis del regulador resalta que los operadores de redes móviles en México comercializan 80 por ciento de los equipos celulares. De acuerdo con el IFT, si se usa esto como un comportamiento estratégico para limitar la disponibilidad de smartphones B28, se podría marginar a Altán, el desarrollador y operador de la Red Compartida y sus clientes.
Bajo dicho escenario, los operadores móviles virtuales (MVNO) o incluso los operadores con redes móviles (MNO) no tendrían incentivos para contratar la capacidad del mayorista. Aunque esa capacidad les permitiera mejorar su cartera con servicios como voz sobre LTE (VoLTE) o conectividad LTE-Avanzado (LTE-A), sólo podrían ser usadas por usuarios que ya tienen dispositivos B28 o que puedan adquirirla preferentemente a través de esquemas de financiamiento o subsidio.
En este artículo se exponen tres escenarios en los que se concluye que se observa que, en términos estratégicos, la norma de smartphones B28 va acorde al objetivo de impedir el aislamiento de Altán, sus clientes y el “encierro” de usuarios. Adicionalmente, la adquisición de nuevo espectro (concretamente en la banda 2.5 GHz) figuraría como un complemento de esta estrategia.
Hay también dos críticas desde el punto de vista de la oferta hacia la norma de la B28 obligatoria en teléfonos 4G. La primera es que una regla similar aplicada a la B7 (una canalización de la banda 2.5 GHz) podía promover la adopción de un “piso común” más amplio, dado que ese entorno de terminales está más desarrollado ahora.
Aunque esto pudiera incentivar interés en el concurso de la banda 2.5 GHz, el inconveniente de esta alternativa es que Telcel sería beneficiado por encima de sus competidores que carecen de concesiones en esa banda.
La segunda crítica es que los operadores móviles adoptarían una estrategia poco racional restringiendo la comercialización de teléfonos LTE B28. Aunque pudieran aislar a Altán y sus clientes, esto sería a costa de limitar su variedad de equipos, dañando su capacidad de captar ingresos por equipo, variable que toma importancia en periodos como los últimos trimestres del año.
Como muestra el propio análisis del IFT, los operadores ya comercializan teléfonos de todas las gamas compatibles con la B28 independientemente del estado de la Red Compartida.
Escenario 1: Altán y operadores sin obligación B28.
Sin la obligación de vender smartphones 4G B28, Altán no necesariamente quedaría aislado. Incluso si los operadores lograran restringir la disponibilidad de estos teléfonos, habría una proporción de usuarios con estos equipos adquiridos en mercados secundarios, el extranjero y cadenas de tiendas.
Utilizando el PageRank (https://goo.gl/qB3SZ4) como métrica para evaluar los vértices de la red modelada en este escenario, Telcel y AT&T tendrían un puntaje o importancia mayor. Telefónica y Altán serían segundos.
Como se puede ver, Telcel y AT&T podrían intercambiar usuarios fácilmente en un escenario de B28 restringida. Portarse a Telefónica o un MVNO que utilice esa red o la de Altán podría requerir un cambio de terminal en caso de no soportar las bandas LTE B2 y B28 (1.9 GHz y 700 MHz APT).
En este escenario habría pocos incentivos para que un MVNO o MNO contratara capacidad de Altán. Aunque esto permitiera ofrecer LTE-A o VoLTE, potencialmente pocos usuarios podrían aprovechar el beneficio.
Escenario 2: Obligación B28; MVNO y MNO como clientes de Altán
Evidentemente, la obligación de vender terminales B28 reduciría las barreras de salida del escenario anterior. En un escenario donde haya MVNO y un MNO (en este ejemplo simulamos a Telefónica) como clientes de Altán se observa que hay menos obstáculos la portabilidad, pero todavía existirían algunos.
La puntuación del PageRank para este escenario indica que Telcel sería el vértice más importante de la red, seguido por Altán. En tercer y cuarto lugar quedarían AT&T y Telefónica, concretamente. En este ejemplo, aunque Telefónica reduce barreras de portación por el “piso común” de las terminales B28, seguiría limitado por ser el operador con menor variedad de bandas de espectro.
Sin embargo, un competidor como Telcel no lo puede “penalizar” por contratar capacidad de Altán. Además, en este escenario las redes de Telefónica, Altán y MVNO que usen a Telefónica y/o Altán estarán mejor interconectados, dando más libertad de portaciones.
Escenario 3: Escenario 2 + nuevos concesionarios 2.5 GHz
La Red Compartida como opción para mejorar la oferta móvil no implica que los MNO ya no vean beneficios de invertir en espectro. Si se introduce la subasta de 2.5 GHz a estos escenarios, se encuentra que se fomentará mayor libertad de portabilidad entre operadores sin depender exclusivamente de la B28.
Si se toma como base el escenario dos y se simula que Altán y Telefónica obtienen nuevo espectro en la subasta 2.5 GHz, se obtiene que los usuarios podrían sacar provecho a su terminal compatible con la B7 si deciden portarse entre Telefónica, Telcel y algún cliente de Altán.
AT&T en este escenario no quedaría aislado, pues estaría conectado a través de otras bandas como 850 MHz, 1.9 GHz y AWS, bandas que probablemente estarán incluidas en terminales compatibles con B7 y B28.
En este escenario Altán (si gana espectro 2.5 GHz) sería el vértice más importante según el PageRank. Telcel y Telefónica tendrían una puntuación muy similar y AT&T sería un cuarto lugar no muy distante, de acuerdo con esta métrica.
En este escenario los concesionarios 2.5 GHz estarían mejor interconectados por el espectro compartido y terminales en común, incrementando la libertad de portación para los usuarios de estas redes.
La norma B28 requerirá que los operadores ajusten en el corto plazo su oferta de smartphones 4G, pero impedirá que los operadores con más influencia en la distribución de terminales penalicen a los competidores que utilicen la capacidad de Altán para ofrecer mejoras en sus planes, como LTE-A y VoLTE.
La inversión de los MNO en nuevo espectro y redes mejorará también sus condiciones para captar usuarios a través de la portabilidad.
C$T-EVP