Por Jesús Romo y Eloy Medellín
La próxima semana está programada la fase de subasta de la licitación de la banda 2.5 GHz (https://goo.gl/Hd64HL). En este proceso AT&T y Telefónica serían los participantes (dato que no se ha revelado oficialmente) que buscarán concesiones de esta banda de frecuencias que ha estado rodeada de polémica por su proceso de rescate y reasignación para servicios de banda ancha inalámbrica.
El espectro radioeléctrico es un insumo clave de la industria de telecomunicaciones. Es una parte del espectro electromagnético en la que se propagan ondas sin guía artificial y se divide en bandas de frecuencia específicas como la de 2.5 GHz para permitir su uso por varios sistemas de comunicaciones. El uso del espectro ha permitido, por ejemplo, desarrollar redes de banda ancha móvil (3G, 4G y próximamente 5G) que han aumentado el acceso a Internet.
Al ser un recurso limitado, es necesario un mecanismo eficiente para asignarlo y las subastas se han posicionado como uno de los métodos preferidos a nivel internacional. Aunque estas subastas pueden llegar a producir altos precios del espectro, operadores de red móvil como AT&T, Telcel o Telefónica tienen incentivos para participar en ellas, ya que cada vez más usuarios adoptan la banda ancha móvil y requieren usar las redes de acceso radioeléctrico. Más usuarios y tráfico de redes móviles implican una mayor necesidad de espectro por proveedor de red.
La licitación de la banda 2.5 GHz atiende esta problemática. En México, Telconomía estima que hay 118.1 millones de líneas móviles y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ya estimaba que había casi 100 millones de smartphones desde diciembre de 2017.
Las subastas de espectro ofrecen una cantidad determinada de espectro de una banda que se mide en MHz y se divide en bloques con un precio de salida que luego puede aumentar conforme avanzan las rondas. En el caso de la licitación 2.5 GHz en México, dos competidores (que serían AT&T y Telefónica) tendrán a su disposición un total de seis bloques de espectro (120 MHz divididos en 6 lotes de 20 MHz de ancho cada uno) con un precio de salida de $350 millones de pesos. Cada bloque se concesionará por 20 años y su cobertura es nacional.
Esta subasta puede cerrar en pocas rondas o incluso en la primera. Para este procedimiento, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) estableció topes de espectro (que toman en cuenta la distribución actual del recurso) que implica que AT&T no puede obtener más de tres o cuatro bloques de la banda 2.5GHz. Esto genera una reserva indirecta para Telefónica.
Si la subasta cierra en su ronda inicial (como ocurrió en la última licitación de espectro), los participantes pagarían el precio base de 350 millones de pesos por bloque. Este no sería el costo total de la concesión por lote, ya que en México se paga por ley una tasa de derechos anuales por uso del espectro. En las licitaciones de la última década en México, estos derechos han representado el 83 de los valores de las licencias de espectro aproximadamente.
Telconomía estima que el costo total de un bloque de la subasta 2.5 GHz es de 3 mil 283.1 millones de pesos calculado a valor presente (180.4 millones de dólares aproximadamente). Esto quiere decir que AT&T y Telefónica pagarían como base casi 1.50 pesos (0.08 dólares) el MHz por habitante (precio MHz-Pop).
La base de datos de espectro de Telconomía indica que este precio sería alto comparado con otras 2.5 GHz en Latinoamérica, pero los ganadores de un lote en la subasta mexicana pagarían un precio entre 13 y 19 por ciento menor al que Telcel pagará por utilizar las concesiones de la banda 2.5 GHz de Grupo MVS.
El precio alto del espectro y la información sobre el precio del espectro Telcel-MVS pueden ser factores por los cuales los participantes de la subasta 2.5 GHz prefieran no “estirar la liga”. Si los precios por bloque se incrementan en 140 por ciento con respecto al de salida, AT&T o Telefónica estarían pagando un precio del espectro comparable con el de Telcel-MVS, de acuerdo con Telconomía.
Los ganadores de espectro 2.5 GHz deben cumplir con obligaciones de cobertura: llevar servicio móvil con cualquier banda de frecuencia e infraestructura (propia o de terceros) a mínimo 200 de 557 localidades de 1,000-1,500 habitantes sin servicio; dar cobertura móvil en tramos carreteros específicos y desplegar servicios sobre la banda 2.5 GHz en 10 de 13 zonas metropolitanas de México de mayor población.
La banda 2.5 GHz tiene uno de los entornos más amplios de terminales compatibles (smartphones, tabletas), por lo que se espera que haya disponibilidad de dispositivos con más diversidad de precio para que más clientes adopten conectividad 4G.
Otra consecuencia esperada de la subasta es la redistribución del espectro. En México hay concesionados a nivel nacional aproximadamente 464 MHz de espectro para servicios móviles, de los cuales Telcel tiene aproximadamente el 41 por ciento, AT&T el 26 por ciento, Telefónica el 14 por ciento y Altán (Red Compartida) el 19 por ciento restante. La única manera de que se agudice la concentración actual del espectro para estos servicios es que AT&T obtenga tres bloques de frecuencias y Telefónica ninguno.
Los participantes de la subasta deberán invertir en espectro, pero también en el despliegue de más infraestructura para que los usuarios puedan ver mejoras en aspectos como velocidad, disponibilidad de red y menor latencia. Concretamente, la expectativa es que tras la subasta se anuncie el lanzamiento de redes “4.5G” o “4G+”, términos meramente comerciales que se usan para referirse a redes LTE-Advanced o LTE-Advanced Pro, que son la “evolución” de las redes LTE que se comercializan como 4G.
AT&T y Telefónica podrán combinar espectro de la banda 2.5 GHz con otras bandas que ya tienen (850 MHz, 1.9 GHz o AWS) mediante carrier aggregation, una técnica esencial de LTE-Avanzado en adelante que permite aumentar el ancho de banda de las redes 4G.
Aunque se ha mencionado que esta banda servirá para apoyar el despliegue de redes 5G en México, la expectativa es que estos recursos de espectro sirvan para la mejora de las redes 4G. Las licencias 2.5 GHz no se concesionan para una tecnología específica y es probable que después se utilicen en las redes 5G, que en México se esperan para luego de 2020.
Estas redes requieren espectro a lo largo de distintas bandas y la subasta 2.5 GHz esperamos que sea la última antes de las “subastas 5G” que en México esperamos tomen forma con la oferta de espectro de las bandas de 600 MHz y probablemente 28 GHz.
Además, las bandas de 2.3 GHz, 1427-1528 MHz y 3.5 GHz (parcialmente asignada a Telmex y Axtel en algunas zonas), son otros “yacimientos” de espectro que podrían intensificar la actividad de subastas de espectro en el país, pues ya son contempladas para su asignación a nivel internacional.
C$T-EVP