Una relación “seria”, duradera, casarse y tener hijos, son deseos cada vez más ajenos a la generación z, un grupo poblacional que define y entiende las relaciones de pareja de forma muy diferente a lo que se podría considerar tradicional; con ello, se identifican fuertemente con una tendencia que les puede hacer mucho más sentido: “Situationship”, lo cual puede traducirse como “estar en una situación”.
Las personas que se involucran con este concepto desean estar con la otra persona, pero sin la necesidad de definirlo como una relación. Es decir, estar con alguien de manera romántica, pero sin tener que establecer un compromiso como cumplir con las normas y expectativas que la sociedad dicta de una relación, como lo era en generaciones pasadas.
Es pararse sobre una zona gris, o de todos los colores, menos blanco o negro, por lo cual, no se ponen etiquetas como “noviazgo”. Entre lo que es una relación formal y una casual, pero sin que se preocupen por el futuro o si deben de cumplir con objetivos formales como vivir juntos, casarse o formar una familia. Quienes mantienen una relación bajo esta modalidad tienen una conexión emocional y física, pero sin ser tener necesariamente exclusividad.
Quienes generalmente han optado por este tipo de relación han sido atravesados por las consecuencias de la pandemia, pues la mayoría tiene ahora trabajos remotos donde en ocasiones, deben cambiar de ciudad frecuentemente o estar en casa la mayor parte del tiempo, lo cual les impide dedicar mucho tiempo a una pareja.
Esto toma sentido cuando de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2020, el porcentaje de personas que se consideran solteras va en aumento, aunado también al hecho de que hay 89.5 millones de usuarios de internet, lo cual genera en las personas jóvenes mayores posibilidades de conocer a potenciales parejas y una mayor apertura a vincularse con ellas de diversas formas, por ejemplo, con el uso de las redes sociales, coquetear por whatsapp, subir fotografías y recibir reacciones de otros, sextear, entre otras.
También, se ha notado un crecimiento de las «situationships» en aquellos jóvenes que están por salir de la universidad y que prefieren algo sin compromisos a futuro debido a que sus expectativas sean diferentes o porque una vez fuera de la escuela no se cree que exista un futuro viable para ambos.
Es evidente que la generación z (aquellas personas nacidas a finales de los 90´s e inicios de los 00’s) es una de las que mayor complicación tiene para definir una relación, por lo que pueden estar en busca de una, pero no lo ponen como una de sus prioridades al estar más concentrados en encontrar una estabilidad emocional, profesional y financiera antes de embarcarse en un compromiso.
Y es que el contexto social empuja a los jóvenes a cuestionarse sobre decisiones como la dificultad para salir de casa de sus padres, la precariedad en los empleos, visualizar un futuro incierto. Esto lleva a replantearse todo y a vivir en un estado frecuente de incertidumbre.
Otro factor que se observa en esta modalidad de relación es la poca tolerancia a los problemas. Es decir, pueden establecer una relación de pareja mientras las cosas vayan bien y no se presenten inconvenientes, pero si llega a haber alguno, constantemente se observa la falta de responsabilidad afectiva y la falta de empatía con otras personas.
En una relación romántica, independientemente de la etapa, como cualquier otro tipo de relación, se requiere de empatía pues sin esta capacidad será más fácil aplicar eso de desaparecer en cualquier momento y rechazar el establecimiento de una relación íntima.
Algo ocurre: las personas quieren los beneficios (salir, tener sexo, besarse), pero no el compromiso y el esfuerzo que ello requiere (honestidad, empatía, solidaridad, paciencia). En una relación, es importante cuidar de uno mismo, pero también de la persona con quien se comparte algún tipo de vínculo.
Sin embargo, no todo es negativo, por ejemplo, estar en una situationship ofrece un tipo de libertad que no puede encontrarse en otras dinámicas y se prioriza la vida personal antes de pensar que se tiene el control sobre la otra persona. Si se toman decisiones se decide por el futuro propio pues no se tendría por qué satisfacer las necesidades de alguien más.
Desde luego que existen momentos en la vida donde este tipo de relación resulta mejor, ya sea para aquellos que suelen viajar mucho, quienes buscan estar con alguien y trabajan para saber cómo comprometerse y para quienes vienen de una ruptura dolorosa y no desean involucrar de lleno sus sentimientos sin antes resolver el pasado.
Por otro lado, también existe la posibilidad de que una de las partes en algún momento tenga el deseo de avanzar en la relación y establecer una etiqueta de formalidad pero si esto no es algo que busquen las dos personas podría generar un daño en aquella que ya tiene mayores expectativas.
Si no se platica de manera sincera podría colocar a alguna de las partes en un punto vulnerable donde sienta que sus deseos o necesidades no tienen el mismo valor.
No hay que perder de vista, que enriquecer el autoestima y explorar el autoconocimiento hará que desarrollemos más conciencia sobre lo que buscamos en una relación, por lo tanto, es importante estar conscientes de que somos personas valiosas.
Para ello, tenemos que invertir en nosotros, desarrollarnos, trabajar en el autoconocimiento y saber qué esperamos del otro o de la otra, lo que no es negociable para nosotros en una relación o interacción, conocer muy bien a la persona con la que empezamos a relacionarnos, ver cómo trata a los demás, cómo me trata delante de otros y preguntarnos, si esta persona con la que me estoy relacionando, a la que le estoy entregando mi intimidad, mis besos, mi cariño o mi afecto, es un buen ser humano.
Educar en cómo nos estamos relacionando usando las nuevas tecnologías y los efectos que esto ha tenido en los vínculos que establecemos con otros es vital. Las relaciones humanas son complejas, las relaciones de pareja tienen muchos matices y ello conlleva tomar decisiones.
En la medida en la que más conocemos de nosotros, de los otros y cómo nos gusta o no relacionarnos, vamos practicando, construyendo sobre nosotros mismos para llegar con otra persona a poder construir una relación más fuerte o más cercana a la que nos hace sentir bien y de esta forma decidir si estar en una situationship es bueno para nosotros o no.
C$T-GM