El 29 de marzo la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) iniciará el proceso para adjudicar la banda de 600 MHz para servicios de telecomunicaciones inalámbricas en ese país.
Como esta franja de frecuencias es utilizada actualmente por estaciones de televisión, a este proceso se le ha llegado a denominar como un segundo dividendo digital pues requiere reordenar el espectro concesionado a la televisión digital.
Aunque las etapas de este proceso ocurrirán durante 2016 en Estados Unidos, esta reorganización también involucra a México y Canadá incluso antes de que estos países den inicio a sus propios procesos para adjudicar la misma banda.
Por ejemplo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la FCC han sostenido reuniones para la coordinación internacional de las radiofrecuencias y entre los puntos acordados figuran lineamientos en común para reordenar las licencias de televisión digital terrestre (TDT) para el despeje de la banda de 600 MHz.
Esto implica que en áreas de frontera el proceso de reorganización o repacking de las licencias de TDT tendrá que avanzar antes que en otras zonas del país para evitar potenciales interferencias entre los servicios que utilicen estas mismas frecuencias, factor que podría desincentivar la inversión de operadores en Estados Unidos en la subasta de 600 MHz.
México recién concluyó en 2015 su transición a la TDT y el “primer dividendo” de la banda de 700 MHz se destinará por ley al proyecto de la Red Compartida mayorista. No obstante, en paralelo a la licitación de la Asociación Público-Privada (APP) que operará esta red se debe tener en cuenta que el reloj comienza a correr para conseguir el segundo dividendo digital.
El espectro de 600 MHz es una apuesta a futuro para las telecomunicaciones inalámbricas y en el continente americano los primeros pasos parece que serán dados por América del Norte.
La FCC de Estados Unidos iniciará a finales de marzo el proceso para identificar cuánto espectro han decidido poner “a la venta” los concesionarios de espectro para televisión digital en las bandas de 500 y 600 MHz.
Aunque en teoría se podrían liberar alrededor de 144 MHz, estimaciones recientes muestran que la expectativa de la industria oscila entre 84 y 100 MHz. Esta capacidad corresponde a canales de 6 MHz que los concesionarios están dispuestos a dejar de utilizar a cambio de una compensación económica.
Para determinar las compensaciones para las televisoras, la FCC realizará una “subasta inversa” (los precios en cada ronda van a la baja, no al alza) entre ellas, en donde el ganador será el que acepte la oferta más baja en una ronda determinada por su concesión en 500 o 600 MHz.
Si esta subasta inversa consigue liberar la meta de espectro, independientemente de si son canales en 500 o 600 MHz, se procede a una subasta ascendente para adjudicar la capacidad del segundo dividendo digital entre los interesados en destinarlo a telecomunicaciones inalámbricas.
Se prevé que Verizon, T-Mobile, Dish y Comcast se presenten a la licitación, pero no se descarta que AT&T y Sprint lo hagan.
Hay estimaciones divergentes sobre el futuro de esta licitación con pronósticos que muestran cifras récord de 60 a 80 mil millones de dólares como recaudación del proceso (como referencia, la última subasta de espectro recaudó 41 mil millones de dólares por 65 MHz de licencias AWS-3), pero estimaciones más moderadas llegan a situar escenarios con recaudaciones inferiores a los 33 mil millones de dólares.
La diferencia de estas cifras preliminares se explica por los factores de competencia que se consideran para la subasta. Por ejemplo, las proyecciones “optimistas” apuestan a que los participantes valorarán lo que podrían ser las últimas licencias de espectro en frecuencias bajas que ofrecen en teoría más cobertura y penetración en edificios con relativamente menos gastos de capital.
Los pronósticos “pesimistas” ponderan otos elementos, como una menor agresividad de competidores, portafolios preexistentes de otras frecuencias bajas como 700 y 800 MHz, y gastos de los operadores en transacciones mediante el mercado secundario por frecuencias que pueden explotar en el presente.
La banda de 600 MHz como apuesta para el futuro no es sólo una expresión retórica. La FCC estima que el proceso de reorganización o repacking de las licencias de TDT que queden luego de la subasta tome alrededor de tres años y tres meses. Tomando en cuenta este plazo y que no existen dispositivos móviles estandarizados para 600 MHz, esta banda sería aprovechable hacia 2020.
En México, el IFT ha mencionado que la visión del segundo dividendo digital implica liberar la banda de 600 MHz hacia 2018 para poder licitarla hasta 2020.
Sin duda el proceso en Estados Unidos dejará lecciones de política pública cuya aplicación para México deberá revisarse. Sin embargo, es esencial pensar que la banda de 600 MHz será una de las bandas que caben dentro de las redes de la siguiente década, es decir, de lo que se estima sea el entorno 5G.
Por lo tanto, además de la visión de cuándo podría México aprovechar su segundo dividendo se debe considerar para qué se utilizará. Si bien se puede presumir que uno de los usos será el despliegue de servicios de banda ancha y telefonía móvil para el usuario final como la conocemos hoy, no se debe descartar que estas frecuencias sean habilitadoras de comunicaciones denominadas como Internet de las Cosas (IoT), uno de los casos de uso más emblemático de las redes 5G.
El segundo dividendo requerirá tomar la iniciativa desde el ámbito de la política pública para diseñar soluciones que permitan reorganizar el espectro para TDT y telecomunicaciones, pero también para dimensionar el papel que pueden tener estas radiofrecuencias no sólo como habilitadoras de “conectividad” como la conocemos hoy, sino de las redes de personas y objetos que se espera vean la luz luego de 2020.
C$C-EVP