Afecta tanto al comercio como a los usuarios.
En su dictamen preliminar, la Autoridad Investigadora de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) consideró imprescindible desincorporar el 51 por ciento de las acciones de las cámaras de compensación (E-Global y Prosa), además de que el Banco de México y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores deben eliminar obstáculos regulatorios y emitir una regulación que asegure competencia en la red de pagos con tarjeta en México.
«Un extracto del dictamen preliminar del expediente IEBC-005-2018 concluyó que no existen condiciones de competencia en la red de pagos con tarjeta en México, debido a que probablemente existen barreras a la competencia que generan costos y requisitos anticompetitivos a la entrada de nuevos participantes en este mercado, lo que afecta a los consumidores y comercios, frenando la bancarización y la inclusión financiera».
En México datos recientes de la Asociación de Ventas Online (AMVO), muestra que mientras en abril del año pasado sólo 31 por ciento de los internautas realizaron alguna operación de compra en línea, para el décimo mes de ese mismo año este nivel superó 39 por ciento, y aunque cuentan con más de 14 formas de pago, el uso de la tarjeta de débito fue utilizado por el 87 por ciento (primer lugar) y 69 por ciento (tercer sitio) por los que utilizaron tarjeta de crédito para pagar su transacción en línea.
«Los tarjetahabientes y comercios se conectan a una red de pagos en la que se procesa la transacción. Los primeros disponen de recursos mediante una tarjeta proporcionada por un banco emisor, y los segundos necesitan un banco que les dé acceso a la red y a la tecnología para aceptar las tarjetas. En esta red participan bancos que emiten las tarjetas y/o afilian comercios; los titulares de marca de la tarjeta (Visa y MasterCard) y las cámaras de compensación que procesan la transacción, que en México son dos, E-Global y Prosa», explicó la COFECE.
La investigación detectó que existe una sola red de pagos con tarjeta que aplica reglas que imposibilitan la entrada de otras redes que podrían ofrecer mejores condiciones a los usuarios; existen requisitos anticompetitivos que incrementan los costos de entrada; sólo ocho bancos son copropietarios de las cámaras de compensación encargadas de procesar las operaciones en la red de pagos, lo que les da información y ventajas respecto a sus competidores.
De igual forma la autoridad investigadora identificó que a diferencia de otros países, la obligación de garantizar la liquidez diaria de las transacciones es de los titulares de marca y no de las cámaras de compensación, que son las que procesan los pagos y conocen los riesgos de cada operación, lo que desincentiva la entrada de otras marcas de tarjetas, y las cámaras de compensación dejan de invertir y monitorear el sistema para detectar amenazas, lo que ocasiona riesgos a la seguridad de la red de pagos.
El dictamen preliminar señaló falta de seguridad, tecnología e innovación que se traduce en interrupciones en la red de pagos que impiden la realización de transacciones con pérdida de ventas para los comercios; obstáculos regulatorios para nuevas cámaras de compensación; sobreprecios en las transacciones que se realizan en la red de pagos; y ventajas indebidas para los bancos accionistas de las cámaras de compensación al tener acceso a información de otros participantes, lo que les permite anticiparse y contrarrestar las estrategias de negocio de sus competidores.
C$T-EVP