Pagos y remesas, segmento fuerte en la región.
Si bien en América Latina, el desarrollo del sector Fintech ha sido dinámico y contabiliza mil 166 empresas; Estados Unidos es el país que registra el mayor número a nivel global al tener alrededor de 3 mil 700 firmas de tecnología financiera, un dato que obliga a preguntarse qué elementos marcan esta diferencia y cómo se incentiva el mercado.
“Entre las razones principales se encuentra el desarrollo económico histórico de Estados Unidos, su infraestructura, así como el poder adquisitivo de sus pobladores; mientras que en Latinoamérica no se cuenta con una economía igual de poderosa, además de que existen factores sociales y de inseguridad que evitan que exista mayor inversión en la región”, opina Sebastián Medrano Gallo, director de la fintech mexicana Coru.com.
Otra gran diferencia, añade, es que Estados Unidos encabeza la lista mundial de más fintech “unicornios”, es decir, empresas que alcanzan una valuación de más de mil millones de dólares, con un total de 24, de acuerdo con el reporte Fintech Trends to Watch de CB insights; mientras que en América Latina sólo hay registro de una (Nubank, firma brasileña de tarjetas de crédito y banca digital).
El directivo refiere que durante 2018, las fintech estadounidenses recaudaron 12 mil 400 millones de dólares en capital de inversión, dinero que se concentró mayormente en 11 empresas “unicornios”, un lapso en el cual la inversión en América Latina alcanzó los 8 mil 400 millones de dólares, según el informe LAVCA Industry Data and Analysis.
“En ese periodo, Brasil se posicionó como líder del mercado (859 millones de dólares en inversiones), seguido de Colombia (96 millones) y México (80 millones). Es decir, en el mismo año hubo 47 por ciento más inversión en Estados Unidos que en las naciones latinoamericanas”.
Medrano Gallo subraya cómo Estados Unidos ha recibido a empresas latinas, ya sea por programas de incubación, inversión o por probar modelos de negocio de otros países. Un caso relevante es la iniciativa Latin SF (San Francisco) que busca diversificar el mercado financiero, que en su mayoría era ocupado por empresas asiáticas.
Desde su creación en 2014, este programa ha ayudado a que 14 fintech latinoamericanas, algunas mexicanas como Machina, Tresalia y Cala, abran oficinas en San Francisco, lo que significa alrededor de 6.5 millones de dólares de inversión y la creación de al menos 193 empleos.
“Por su parte, tres de cada 10 fintech que hay en Latinoamérica son de origen estadounidense, entre ellas, Stripe, plataforma que ayuda a las empresas y negocios a realizar cobro por internet y operaciones contables; Coinbase, app para intercambio, envío y recepción de criptomonedas; y Robinhood, sistema de compraventa de acciones”.
La mayor parte de las empresas de tecnología financiera de Latinoamérica se concentran en los segmentos de pagos y remesas, con 285 empresas (24 por ciento del total); préstamos, con 208 (18 por ciento); y gestión de finanzas empresariales, con 181, (15 por ciento), según el informe Fintech América Latina 2018: crecimiento y consolidación.
Por su parte, las inversiones del sector fintech estadounidense en el último año se concentraron en empresas de pagos (1.84 mil millones de dólares); préstamos (1.20 mil mdd) y seguros (1.80 mil mdd).
“Pese a que el tipo de fintech apunta a sectores similares, las compañías estadounidenses se encuentran varios escalones por arriba de las latinoamericanas, tanto en el ámbito de la recaudación de capital como en la cobertura global, además de ellos, al tener más empresas, generan más competencia entre el sector”.
Ello, señala el directivo, no significa que las empresas de tecnología financiera de América Latina no puedan crecer a ese nivel, pero para eso la región debe trabajar en desarrollar las condiciones estructurales y socioeconómicas adecuadas.
C$T-GM