Aunque en sus fases tempranas el estrés activa la atención, la creatividad y la motivación; cuando se sale de control somete a las personas a episodios de hartazgo, ansiedad y colapso, un fenómeno que cobra cada vez más relevancia en la conversación digital, sobre todo cuando se relaciona con preocupaciones financieras.
Al evaluar más de 3.4 millones de conversaciones en las redes sociales y grupos mediante la técnica de escucha social, Metrics encontró que de mayo de 2021 a abril de este año, los préstamos, deudas y créditos, son temas de interés y motivo de conversación en espacios sociodigitales.
“La gente está buscando y hablando sobre recomendaciones, tips y mensajes sobre cuál es el mejor proceso para conseguir préstamos y créditos, sin embargo, en el tema de las deudas, la conversación es mucho más negativa. La gente no necesariamente va a hablar de deuda en los medios digitales, es de esas cosas que se prefieren ocultar”, detalló Ximena Céspedes, presidenta y fundadora de Metrics.
Y es que, explicó la especialista, la pandemia modificó de manera importante la conversación sobre finanzas, tecnología y transacciones digitales entre los consumidores de bajos ingresos, especialmente entre las mujeres.
Tan es así que 31 por ciento de las conversaciones sobre el estrés financiero se generan entre los propios consumidores, quienes comparten consejos para enfrentar de mejor manera la situación; mientras que 15 por ciento habla de recursos tecnológicos y en línea como posibles soluciones.
Un dato interesante obtenido a partir del estudio es que a pesar del aumento significativo en las conversaciones relacionadas con el estrés financiero, menos del 1.0 por ciento de la conversación se centró en el gobierno actual o lo criticó.
Al analizar para qué quieren las personas los préstamos o créditos que solicitan, se encontró que 40 por ciento aseguró que lo orientaría a un emprendimiento, 30 por ciento para vivienda, 15 por ciento para vacaciones, 5.0 por ciento para pago de tarjetas, 5.0 por ciento para pago de automóvil, y otro 5.0 por ciento para comida.
“Algo que estamos viendo, sobre todo en TikTok es que cada vez hay más gente tratando de enseñar temas financieros pero todavía no hay una conexión completa con el mercado. Esto nos permite hacer una evangelización en temas como el estrés y la salud financiera. Hay un largo camino por recorrer… y aunque hay una conversación digital, los temas financieros se deben poner en la agenda digital”.
En este mismo sentido, la empresa Tala evaluó a más de 800 consumidores usuarios y no usuarios de su plataforma, para conocer su propensión al estrés financiero (hábitos, iniciativa, disciplina, propensión al riesgo e imagen propia).
Al respecto, David Lask, director general de Tala México, detalló que 70 por ciento de las personas encuestadas sienten que están “gastadoras”, “preocupadas” o “atareadas” con su contexto financiero personal.
“Esto es algo preocupante porque sabemos que se sigue enfrentando una situación difícil y la gente está pensando en la incertidumbre que existe y de cómo reaccionar. Vemos cómo 70 por ciento de nuestra muestra se encuentra en una posición de preocupación”.
El estudio también mostró que 31 por ciento de las personas entrevistadas y que ya accedieron a un préstamo o crédito, tienen como principal factor de estrés los altos intereses generados y en segundo lugar, con 29 por ciento de las respuestas, las múltiples deudas que enfrentan.
“También encontramos que una vez que alguien se encuentra en ese momento en el que no puede cubrir una deuda, las tácticas de cobranza son motivo de estrés, lo que también genera vergüenza ante familiares y amigos”.
El alto nivel de estrés financiero que vive gran parte de la población está teniendo un impacto importante en la salud física y emocional de las personas con consecuencias como el insomnio, depresión, la pérdida de enfoque y atención, irritabilidad e incluso un consumo excesivo de comida, alcohol y cigarrillos.
“La tecnología y la democratización de las finanzas puede ayudar a que las personas tengan un producto o un servicio que se ajuste a lo que está buscando, en lugar de depender de lo que hay disponible en el mercado. La adopción de nuevas tecnologías digitales también lo hacen más fácil”.
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