La transformación digital dejó de ser una promesa de mejora operativa para convertirse en casos de éxito, siendo el sector financiero uno de los más avanzados y beneficiados, y donde se ha observado una intensa inversión y adopción tecnológica, tal como lo muestra el reciente reporte de BBVA.
“La digitalización sigue siendo una enorme ventaja competitiva, que ha permitido al Grupo batir récords en captación de clientes en 2022, con 11 millones de nuevos clientes en todo el mundo… en México, las cifras son espectaculares, con 4.9 millones de clientes nuevos en 2022, 76 por ciento logrado a través de canales digitales”, precisó Carlos Torres Vila, Presidente de BBVA.
Durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales (RNCR), destacó el compromiso con México, mercado en el cual su inversión alcanza casi 43 mil millones de pesos, como parte de su Plan 2019-2024, el cual prevé inyectar hasta 63 mil millones de pesos, cifra que incluso prevé exceder.
“La contribución de México a los resultados récord de BBVA en 2022, es una tendencia que continuó en el primer trimestre de 2023, en el que el Grupo obtuvo un beneficio atribuido de mil 846 millones de euros, 39 por ciento más que el mismo periodo del año pasado, de nuevo impulsado principalmente por México y también por España”.
Torres Vila explicó que la clara apuesta por la digitalización y la innovación llevó a BBVA a crear la división BBVA Spark en 2022, presente ya en México, para atender a empresas jóvenes que están definiendo el futuro.
Por otra parte destacó algunas de las nuevas oportunidades que están surgiendo para México, con la reconfiguración de las cadenas de valor que se está dando en el mercado global y que convierte a México en un candidato natural para la reubicación de procesos productivos o del denominado nearshoring.
“La manufactura mexicana es una de las más competitivas a nivel global y el nearshoring representa un viento a favor especialmente para ciertas industrias, como el inmobiliario industrial, la infraestructura de transporte, industriales o materiales de construcción… el ‘nearshoring’ y la inversión privada representan una oportunidad histórica para México”.
Por su parte Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México, destacó potencial del nearshoring, oportunidad de negocio que ofrece la posibilidad de incrementar en 1.0 por ciento anual el Producto Interno Bruto (PIB) del país.
“Derivado de esto se podría registrar un incremento de tres puntos porcentuales por año en la inversión privada, un aumento anual de 400 mil empleos adicionales, la creación de clases medias y un rango de 1.2 puntos porcentuales de mayor consumo privado”, destacó el directivo.
Indicó que los datos macroeconómicos de México, muestran un mercado con sólidas ventajas estructurales y capaz de hacer frente a nuevos retos, como el nearshoring, que podría elevar significativamente el crecimiento económico de México.
Para ello es imprescindible resolver “importantes cuellos de botella” tales como una modificación en la política energética del país, detonar inversión en regiones clave para mejorar la infraestructura, así como impulsar la competitividad.
“El reto más grande que tiene el país es impulsar la inversión nacional, pública y privada, para generar una mayor demanda interna; es decir, detonar proyectos de infraestructura local, promover asociaciones público-privadas en sectores estratégicos, combatir la informalidad, poner foco en el proyecto del corredor transístmico que incentive la inversión e impulsar la educación”, precisó.
Esto es clave, pues en la actualidad la composición de la inversión productiva, en un 88 por ciento corresponde a inversión nacional, 13 por ciento es pública; y 75 por ciento privada, sólo 12 por ciento del total tiene su origen en la Inversión Extranjera Directa (IED).
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