Es bien sabido que el comercio electrónico puede impulsar el desarrollo de las economías, así como contribuir a la transformación de las Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes); sin embargo, un reciente estudio revela que algunos países de América Latina y el Caribe, aún enfrentan limitaciones estructurales que impiden el despegue de esta actividad económica, como la concentración de tráfico y la falta de opciones de pago.
“En general, la actividad del mercado se aceleró en 2020, pero se estabilizó en 2021. Aunque la pandemia de COVID-19 catalizó las operaciones de comercio electrónico en la mayoría de los países (de la región), los gobiernos no deberían confiar únicamente en este impulso, ya que probablemente será insuficiente para aprovechar plenamente todos sus beneficios”.
En el análisis “El panorama de los mercados de comercio electrónico B2C en América Latina y el Caribe”, Estefanía Lotitto y Bernardo Díaz de Astarloa, expertos de la CEPAL, evaluaron la actividad de más de 2 mil sitios web pertenecientes a alrededor de 900 mercados B2C en 33 países de la región, entre 2019 y 2021.
“Una parte significativa de los países no fue capaz de aprovechar la pandemia para impulsar el comercio electrónico, lo que sugiere que estos países todavía se enfrentan a limitaciones estructurales que impiden el despegue del comercio electrónico”, destaca el documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Los resultados mostraron que hasta agosto del 2022, había 893 mercados en línea B2C o C2C, representados por 2 mil 876 sitios web (URLs), en los cuales se tuvo un tráfico de mercado que creció a un ritmo del 30 por ciento, teniendo su mayor concentración entre las grandes economías de la región.
“Las siete mayores economías concentran más del 90 por ciento del tráfico de los mercados. Además, esta característica se debe a que los países más poblados y con mayores ingresos tienen plataformas más grandes en lugar de un mayor número de sitios web, lo que sugiere que los efectos de red desempeñan un papel en la configuración de la difusión de las plataformas en los países de América Latina y el Caribe”.
Brasil representó el 54 por ciento del tráfico total de la región en el año 2021, mientras que Argentina, Chile, Colombia, México y Perú representaron juntos el 43 por ciento. La concentración es menor si se considera el número de URL, y según esto, los seis países más grandes en términos de concentración de tráfico representan casi el 60 por ciento del número total de URL.
Sin embargo, se encontró que no todos los países experimentaron la misma dinámica de tráfico, y prácticamente todo el crecimiento se explica por el margen intensivo, es decir, el aumento del tráfico en los mercados existentes, más que por la entrada de nuevos mercados.
Con algunas excepciones, las economías del Caribe, que mostraron los niveles más bajos al principio del periodo de muestreo, experimentaron los mayores aumentos de tráfico, pero en otros fue a la baja, como Venezuela y El Salvador, que disminuyó 76 y un 88 por ciento, respectivamente
“Una característica constante del panorama de los mercados en la región es la prevalencia de sitios web que no permiten a los usuarios finalizar las transacciones digitalmente. Lo más probable es que esto refleje brechas en el desarrollo y la adopción de pago electrónico y en la integración de los mercados con soluciones logísticas. Estas dos dimensiones son clave para desarrollar plenamente los ecosistemas de comercio electrónico”.
El 82 por ciento de las URL activas, son no transaccionales, es decir, no integran pagos y otros servicios que permitan a los usuarios comprar o vender directamente a través de la plataforma. Los sitios transaccionales representan sólo el 16 por ciento de todos los sitios web. El 2.0 por ciento restante son plataformas semitransaccionales.
“La gran proporción de sitios no transaccionales tiene que ver con el hecho de que 76.6 por ciento de las URL de la región son sitios de anuncios clasificados, en los que los productos sólo se anuncian en línea, pero no pueden comprarse en el sitio web”.
Asimismo, el texto señala que aunque pareciera que llegaron nuevos actores al ecosistema del comercio electrónico en Latinoamérica y el Caribe, los datos revelaron fuertes patrones de concentración y son coherentes con la existencia de efectos de red.
“Los gobiernos deben tener cuidado de vigilar los patrones de competencia en el mercado del comercio electrónico para evitar posiciones dominantes y mitigar los riesgos económicos asociados a la competencia entre las PYMES tradicionales que carecen de las capacidades para operar eficazmente en los canales digitales y los grandes mercados establecidos”.
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