Se estima que en México 15 por ciento de los usuarios de servicios financieros cuenta con alguna criptomoneda, que hay unas 120 firmas que ya la aceptan como medio de pago, pero aunque estos activos virtuales pueden impulsar el desarrollo del eCommerce en el país, tienen entre otras desventajas la volatilidad e irreversibilidad en las transacciones.
Carlos Segura, CMO para Latinoamérica de Ecomsur, empresa especializada en la implementación integral de servicios de eCommerce para grandes empresas, señaló que el Banco de México (Banxico) no reconoce a estos activos como una moneda de curso legal en México, pero tampoco existe una prohibición para que los negocios las acepten.
“Aunque la ley es permisiva para implementar el uso de criptomonedas en eCommerce, el intercambio de las mismas no está sujeto a la autoridad financiera del país, por lo que los negocios que decidan aceptarla (mientras no sean instituciones financieras) asumen la responsabilidad y el riesgo de la transacción”.
La Ley Fintech que regula los servicios de las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) en México reconoce que se podrán realizar operaciones con activos virtuales; sin embargo, sólo se podrá operar con los que determine el Banxico. Incluso, las instituciones financieras que realicen y ofrezcan operaciones con los denominados “activos virtuales” sin una autorización pueden ser sujetos a sanciones al incurrir en infracciones a la normativa.
El experto atribuyó a varias razones el hecho de que las divisas digitales no sean parte del ecosistema digital común de los comercios electrónicos, como el tiempo de adaptación que necesita una nueva tecnología de pago, las plataformas que se requieren en torno a ello y a la propia volatilidad que caracteriza a las criptomonedas.
“El cambio de valor de una divisa digital puede variar más de un 10 por ciento entre un mes y otro, factor que ha evitado que sea vista como una moneda confiable por muchos negocios”.
Como otra de las desventajas, las transacciones con criptomonedas son irreversibles, reto que se presenta cuando el usuario requiere un reembolso por una compra, lo que obliga a generar un proceso manual para hacer retroactivo el cargo.
Y es que en temporadas de alto tráfico para el comercio electrónico, como el Buen Fin o Hot Sale, agregó el directivo, la tasa de devoluciones puede alcanzar hasta un 20 por ciento para grandes negocios.
“Las condiciones de reversibilidad para criptomonedas se pueden convertir en un dolor de cabeza para grandes negocios, pues generaría ineficiencia en ciertas operaciones y una inversión adicional en los equipos de trabajo”, advirtió.
En tanto, a favor de las criptomonedas está la seguridad de las transacciones y el costo por comisión, pues si éste se compara con las tarifas que deben pagar por el uso de plataformas como PayPal, MercadoPago o tarjetas bancarias, en los activos virtuales es de apenas el 1.0 por ciento, el más bajo de todo el ecosistema de pagos.
“Por otro lado, las criptomonedas estrecharían el comercio internacional, pues evitan tarifas de intercambio de divisas, así como el tiempo de validación de la transacción. Son una ventana importante para agilizar la internacionalización de los negocios”.
Como un punto importante, Segura subrayó que las criptomonedas son ajenas a la inflación, pero para lograr una adaptación efectiva a las monedas digitales y evitar riesgos, la recomendación para los negocios de eCommerce es acercarse a un especialista en integración de procesos de pago.
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