Los créditos basados en remesas en México están en el foco de las empresas de tecnología financiera o Fintech, una tendencia que aumentaría en breve en beneficio de las personas que de manera regular tienen estas transferencias de dinero que forman parte importante de la economía mexicana y que pueden aprovechar para acceder a líneas de crédito.
“Si hay un flujo constante, las remesas llegan a ser una nómina; puede ser un ingreso para la gente del campo o las provincias de México. Si tienen más de tres o cuatro remesas que puedan comprobar, a partir de ahí dar un crédito remesador”, aseguró Francisco Xavier García, CEO de Fexcapital.
Al destacar que la tendencia en créditos será hacia una mayor demanda en los de consumo, ligados a temas de nómina, los créditos remesadores, afirmó, estarán entre los que más están buscando no nada más las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), sino también las instituciones bancarias.
Por ello, están en pláticas con otras Fintech para innovar en este negocio, pues si las personas que reciben las remesas mantienen un flujo constante es como si tuvieran una nómina con la que pueden acceder a un préstamo personal, subrayó el directivo de la Fintech dedicada a créditos de consumo y factoraje a Pymes, principalmente del sector agrícola y ganadero.
“Queremos abarcar también el tema de las remesas; es prácticamente el mejor negocio que tiene el país, es lo que mantiene al superpeso dónde está. Queremos estar en ese negocio y tiene que ser a través de una Fintech regulada… estamos platicando con un par de remesadores que ya están montando el sistema de pagos”.
Por otro lado, reconoció que el tema de la inflación sí lo han visto reflejado en el alza de tasas, sobre todo con inversionistas que están en el extranjero, especialmente de Estados Unidos, donde debido a que tienen una cultura más financiera exigen más rápido el alza de tasas.
“Hemos incrementado las tasas que pagamos a nuestros inversionistas, pero obviamente, también lo transmitimos a nuestros clientes. Normalmente manejamos tasas fijas, pero las hemos tenido que ajustar porque nuestra base es la TIIE (Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio)”.
En el primer semestre de 2022, de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico),los ingresos por remesas alcanzaron los 27 mil 565 millones de dólares, un aumento de 16 por ciento respecto a lo obtenido en el mismo periodo del 2021.
En el panel “Panorama de emprendimiento en México y América Latina”, Carolina Spinola, directora de SAP Business One y Business By Design, refirió que en el último año, dentro de las startups, las Fintech y del mercado de las Pymes en la región, “la inversión ha crecido 250 por ciento con respecto al año pasado”.
“Es importante tocar este gran mercado porque muchos de nuestros clientes radican en este segmento, el 80 por ciento son empresas con un crecimiento súper acelerado.. El mayor desafío dentro de SAP es mantenernos en ese ciclo de seguir siendo innovadores para poder alcanzar y acompañar el crecimiento acelerado que tienen estas empresas”.
En el evento, enmarcado en «The Customer Success Experience México” de SAP, Emmanuel Rodríguez, cofundador de Fexcapital, agregó que tener aliados y buscar plataformas debidamente reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), para la prevención de lavado de dinero a través de la trazabilidad de las transacciones, suman a la confianza de los usuarios hacia el ecosistema Fintech.
Y es que el acceso de las Pymes a los créditos es complicado, ya que de acuerdo con un estudio de McKinsey, el 52 por ciento de las empresas de este tamaño en Latinoamérica no cuentan con apoyos financieros, lo que se traduce en dificultades para mantener su negocio, además de expandirlo o para que surjan nuevos proyectos.
Sobre el tema, Alberto Bonetti, CEO de YoFio, Fintech mexicana que ofrece líneas de créditos a pequeños negocios, entre ellos de abarrotes, misceláneas, pollerías y cremerías, afirmó que las Pymes en México son las que están verdaderamente desatendidas, a las que la “revolución Fintech” no les ha llegado.
Gran parte de estas empresas, expuso, opera sin acceso a crédito, sin tecnología y mayoritariamente con transacciones en efectivo, porque la misma cadena de valor mantiene un uso persistente del efectivo. El 70 por ciento de los clientes ya acepta pagos con tarjetas de crédito o débito, o incluso mediante aplicaciones como MercadoPago, pero “nunca la venta con ese producto representa más del 10 por ciento de su ingreso”.
“Si venden todo por un medio de pago digital o les depositan dinero en su cuenta tienen que ir al banco a retirar, porque sus surtidores sólo le aceptan efectivo… Es un problema un poco más complejo. Sí, la idea es que no tuvieran que manejar efectivo, pero la cadena de valor completa tiene que cambiar”.
C$T-GM