Los agregadores de medios de pago, empresas especializadas en facilitar los pagos digitales, hoy llegan al 98.9 por ciento de los municipios del país, lo que permite cerrar brechas históricas de acceso a servicios financieros, afirmó Carlos Rojero, director general de la Asociación de Agregadores de Medios de Pago (ASAMEP).
Al participar en el foro “Nuevas tendencias del sector agregador”, organizado por Klu, empresa que recién anunció su transformación en agregador no bancario, el directivo explicó que los agregadores prestan servicio ahí donde la banca tradicional no puede llegar, ya sea por restricciones operativas o bien por simples temas de costo.
Estos actores no bancarios cuentan con características como una expansión acelerada, mayor cobertura geográfica y diversificación del sistema, que permiten cerrar brechas estructurales y ayudar a la inclusión financiera, porque prestan servicio incluso donde no hay sucursales bancarias, pero sí Terminales Punto de Venta (TPV).
Según las cifras más recientes del Banco de México (2023) en el país hay por lo menos 6 millones 100 mil terminales punto de venta activas; de las cuales 76 por ciento fueron instaladas por agregadores y adquirentes no bancarios.
La infraestructura de cobro está creciendo de la mano de actores más flexibles, que han logrado cubrir espacios que la banca tradicional ha dejado desatendidos, señaló Carlos Rojero.
La diferencia en desempeño es contundente: los adquirentes no bancarios están creciendo a un ritmo promedio de 54.2 por ciento anual, mientras los bancos apenas alcanzan 6.8 por ciento.
A esto se suma el incremento en el uso de tarjetas de distintos tipos. En 2023, se realizaron transacciones por más de 2 mil 893 millones de pesos, con un alza notable en tarjetas de crédito.
En el mismo foro, Héctor Ortega, director ejecutivo de Hypertech y Beernovation, afirmó que los servicios financieros deben iniciar por los pagos, si no comienzan ahí, es muy difícil que la población avance en términos de economía y finanzas.
Ése es justamente el papel de los agregadores no bancarios: crear las posibilidades para que las personas hagan pagos digitales, sin necesidad de contar con una infraestructura de banca tradicional, aumentando así la inclusión financiera.
En su oportunidad, Álvaro Vértiz, socio en Dentons Global Advisors, reconoció la necesidad de “ser más eficaces al contar la historia de los agregadores y de otros jugadores que forman parte de esta carretera de infraestructura necesaria para conectar comercios con usuarios”.
El discurso, dijo, debe ir acompañado de una mayor visibilidad de su impacto: comercios que antes no podían aceptar ciertos métodos de pago, hoy ya lo hacen gracias a soluciones embebidas, logrando inclusión operativa y financiera de forma ágil y escalable.
A su vez, Alfonso Martínez, de Baker & McKenzie, destacó que en un entorno de competencia sana, los agregadores deben ofrecer beneficios adicionales para sostener su posicionamiento.
“Hoy, un agregador exitoso no solo facilita pagos, sino que debe entregar valor añadido al comercio: hiper personalización, mayor agilidad, menores costos regulatorios y una experiencia más completa para el cliente final”.
Destacó que la ventaja de los agregadores sobre la banca tradicional, es la velocidad con la que pueden implementar soluciones. Esto les permite atender segmentos desatendidos, adaptarse a nuevos modelos de negocio y responder con flexibilidad a las demandas del mercado.
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